¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Roberto González Toral con las pocas ovejas que aún conserva en su nave de Suarías E.C.

«Lo dejo: desde la primavera los lobos me mataron treinta ovejas y seis xatos»

El pastor peñamellerano Roberto González está vendiendo casi todo su ganado, «aburrido y desencantado con todo» tras años de trabajo

Viernes, 15 de enero 2021

«Tiro la toalla. Estoy harto de trabajar para nada y llevar un disgusto tras otro». Son las tristes palabras del peñamellerano Roberto González Toral, un pastor que a sus 54 años ha decidido abandonar la que durante años fue, más que su profesión, su vida entera. Uno de los principales motivos, aunque no el único, explica, es el continuo «hostigamiento» del lobo sobre sus rebaños. «Desde la primavera me mataron una treintena de ovejas y seis xatos en el puerto de Uzyabes, así que ya está, lo dejo», explica a ELCOMERCIO.

Publicidad

Son unas bajas que, reconoce el ganadero, no denunció ante la Guardería del Principado, cansado de «no cobrar un euro o hacerlo tarde, mal y nunca». «Tengo hasta tres teléfonos de contacto distintos, pero llamo y no atienden en ninguno, luego todo son problemas y al final en los últimos tiempos ya desistí y opté por no avisar siquiera», explica. Y asevera que «son más de trescientas las ovejas muertas por el lobo que tengo sin cobrar, pese a haber dado parte de muchas de ellas»,

Adelantándose a posibles críticas que él y sus colegas están acostumbrados a tener que aguantar a menudo, Roberto González especifica que sus ovejas están siempre vigiladas por varios perros guardianes y que, «desde hace siete años las suelto y las recojo a diario, pero da lo mismo, porque las matan de día y todavía hace poco vieron a tres lobos pasar a menos de 500 metros de la nave, es una auténtica vergüenza»,

Hasta hace unos años, este vecino de Suarías, en Peñamellera Baja, llegó a tener casi trescientas ovejas, pero en la actualidad, entre las bajas por los ataques de la fauna salvaje y las ventas que fue haciendo tras tomar la decisión de dejar la ganadería, apenas le queda una veintena de latxas. «Hubo años de sanear hasta 287 animales, pero cada vez hay más lobos en la zona y fueron bajando y bajando hasta llegar a lo de ahora, que aún me quedaré con menos porque pienso vender otras cuatro o cinco dejar una quincena nada más para que coman los praos», señala.

Los rebaños de cabras y ovejas de la comarca, lamenta, «tienen los días contados a este paso, en Uzyabes estábamos dos y ahora solo queda otro chaval que tiene un centenar de animales porque le gustan». Quedarán, concede, los que producen leche para elaborar quesos, pero «la mayoría están estabulados». «En los puertos y los montes dentro de poco no quedará nada, porque es insostenible», vaticina. Y es que, apunta, además de los ataques, hay otros factores determinantes, como «la continua caída de los precios». «Los xatos, por ejemplo, valen la mitad que hace dos años, pero las facturas y la Seguridad Social no dejan de subir y al final te comen más los perros que tienes que lo que sacas con los corderos».

Publicidad

«No seré el único en dejarlo»

Por estos motivos, Roberto González también se está deshaciendo de sus vacas. «Todavía el otro día vendí 32 de una tacada y la idea es, como con las ovejas, quedarme con unas pocas, media docena, para tenerlas por los praos», indica. Porque, continúa, «si tienes muchas vacas paridas no las puedes echar al monte porque te las matan, pero tampoco tienes suficiente para dejarlas pacer y al final tienes que andar comprando ceba». Al final, lamenta, «estoy yo solo y no solo no me llega pa mantenerme, sino que trabajo solo para ellas».

Así las cosas, el ganadero reconoce no poder más. «Estoy aburrido y desencantado con todo y lo peor es que no seré el único en dejarlo», advierte.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad