«Sin un orden no puede haber ganadería con los lobos y menos en los Picos»

El ganadero José Antonio García, 'Toño el de Mestas' (Mestas de Con, 1972), encara su decimoséptimo año como regidor de pastos de la Montaña de Covadonga, un puesto para el que acaba de ser reelegido por los pastores de la vertiente canguesa del Parque Nacional de los Picos de Europa. Consciente de que «la situación está mal desde el punto de vista económico y desde el moral», tiende la mano al diálogo para abordar los males que el sector arrastra desde hace años.

-Los problemas del sector no varían, ¿no frustra?

-Sí, porque estamos en la misma línea. En 2011 se hicieron muchísimas cosas, desbroces, potreros... y los daños del lobo eran soportables. Pero 2013 rompió todos los esquemas y en 2014 empezó todo hacia atrás, hasta ahora. No se hace nada y se va acumulando todo lo de atrás, el matorral cada vez es mayor, hay zonas que ya son intransitables. Y luego no hay dinero, pero solo para lo nuestro.

-En junio indicaba que el balance de daños del lobo fue el peor de los últimos años. ¿Qué está pasando?

-En junio tuvimos muchos daños, pero en julio mejoró. Estoy hablando de Cangas, pero por ejemplo este año pegó mucho en Amieva. El plan del lobo en Asturias no se está llevando bien, no se mata ni el cupo, aunque sea pequeño. Desordenadamente no puede haber ganadería con los lobos y menos en Picos, es prácticamente imposible porque hay mucha reciella y la orografía es diferente a la de Castilla. Con el ganado vacuno, si la existencia del lobo es mínima puede haberla, pero con el pequeño en esta zona no. Los ecologistas dicen que firmamos la coexistencia en la PAC y es mentira, sí unos compromisos medioambientales que nos dicen que hay que respetar la fauna y la flora, pero no que te impongan animales salvajes todos los días. Un 90% de los ganaderos preferirían seguramente renunciar a las ayudas que van ligadas al tema medioambiental y que no haya lobos. Las subvenciones las cobra el que tiene derecho a ellas, si a los ecologistas les parece que es un negocio cobrarlas, que pongan vacas. Cuando estemos en igualdad de condiciones, hablamos.

-La PAC entra en un nuevo periodo y se abre además a una futura reforma. ¿Qué espera?

-España tendrá que ponerse de acuerdo con las autonomías. Tendrán que enfocar a las zonas rurales, que están quedando desiertas, no solo aquí. En la zona oriental de Asturias no hay industria, hay ganadería y turismo. Para mantenerlo hay que proteger a ambas, que van de la mano. ¿Qué gente va a venir a la zona rural a ser ganadero con todos los problemas que hay? Las subvenciones están sufriendo grandes recortes, el ganado cada vez vale menos dinero, cada vez hay más burocracia...

-Dice que en las manifestaciones echa en falta más gente. ¿Desmovilización o hartazgo?

-Un poco de las dos cosas, en las manifestaciones echo en falta gente. Es desanimante cuando no se hace nada y también hay politiqueo, noté tres alcaldes que no estaban. Qué causalidad que los tres de un color.

-¿Le han llamado ya del Principado para reunirse?

-No, no me llamó nadie.

-¿Y está dispuesto a hablar?

-Por supuesto, además lo dije, que tenemos que hablar. Pero entiendo que ahora tenemos un problema grave como es la pandemia y eso es lo primero.

-¿Qué tal la vuelta de Robledano a la dirección del Parque?

-Ahí se ve como funciona la administración, sacas a uno, viene otro... Lo de los funcionarios es como todo, los hay de diez y otros que solo valen para obstruir.

-La relación con Robledano estaba tensa antes de su destitución.

-Robledano es demasiado funcionario, va siempre por el libro y hay en cosas que no se puede. Igual le vino bien lo que pasó y ahora podemos tener buen rollo y trabajar para llegar a acuerdos. Él es el que está allí y nunca lo pusimos en duda, pero lo que no se puede es estar cinco años con el mismo tema de que no hay dinero.

-La última previsión es que el plan rector (PRUG) esté listo a final de año. ¿Confía en que mejore la situación del Parque?

-Deja mucho que desear, pero algún día tendrá que estar, aunque discrepo de que sea a finales de año. Cuanto primero esté para empezar a funcionar con una base, mejor. Ahora vamos poniendo parches.

-¿Y espera que con el plan mejore la financiación?

-Espero que sí, pero bueno también pensaba que al depender el Parque de Picos de las autonomías iba a ser mejor y por lo que estoy viendo está peor.

-En alguna ocasión ha propuesto cobrar a los visitantes por entrar al Parque Nacional. ¿Lo mantiene?

-Sigo pensando que en un Parque como el de los Picos, con pocos accesos, habría que cobrar. Una persona que paga un euro no se arruina y ese dinero se podría reinvertir en el espacio protegido, que tiene muchas cosas que mejorar, no solo desde el punto de vista del ganadero, también del turístico.

-¿Sienten los ganaderos de la Montaña de Covadonga que el turista les respeta?

-Hay puntos negros, pero la mayoría respeta. Siempre hay el típico que trae el perro suelto y se va detrás de las vacas, pero son los menos.

-¿Qué consecuencias de la pandemia están repercutiendo más en la ganadería?

-Hay menos consumo de carne por los restaurantes y la exportación. Lo que valen los terneros está en mínimos históricos y por otro lado, al no tener ferias desde marzo, vamos sobreviviendo con el mercado de Siero. A ver cómo empieza la otoñada, porque los ganaderos no están en ERTE.