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Todas las carreteras asturianas, a 90
El 90% de los fallecimientos en la región se dan en esta red que reduce su velocidad máxima
Las carreteras convencionales españolas, las que cuentan con un carril en cada sentido, verán desde este martes reducida su velocidad máxima genérica a 90 kilómetros por hora. Con esta medida, la Dirección General de Tráfico (DGT) trata de hacer más seguras estas vías en las que el riesgo de muerte en accidente es 3,6 veces mayor al de las autopistas y autovías, según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial.
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Esta reducción de velocidad supone la desaparición de los diferentes límites de velocidad genéricos establecidos (90 y 100 km/h para turismos y motocicletas, en función de si la vía disponía o no de metro y medio de arcén practicable) reduciéndolo a una limitación general de 90 km/h. Los límites de velocidad que este lunes se modifican fueron fijados a principios de los años 80, cuando la red viaria española contaba con muchísimos menos kilómetros de autovías y autopistas.
Esta mañana ha sido cambiada la última señal de limitación de velocidad en la red viaria de Asturias. Desde las 00.00 horas de esta noche la velocidad máxima permitida fuera de autovías queda fijada en los 90 kilómetros por hora, siempre en los tramos más seguros. Los radares ya están listos para aplicar la nueva situación. El Consejo de Ministros del pasado 28 de diciembre acordó rebajar este tope de la red convencional desde los 100 kilómetros por hora habituales a los 90. «El 90% de los fallecimientos el año pasado en accidente de tráfico en Asturias fueron en la red convencional», explicó Delia Losa, delegada del Gobierno. «En 2017 fueron el 100%, así que la reducción de velocidad responde a una necesidad», agregó.
«En el resto del país los fallecidos en vías convencionales están entre el 70 y el 80%», completó Raquel Casado, delegada provincial de Tráfico, poniendo así cifras a un problema muy asturiano. «Las carreteras aquí son complejas, el 50% de los accidentes mortales en vías convencionales fueron por salida de vía, un tipo de siniestro en el que la velocidad es un factor concurrente», abundó.
La red de titularidad estatal está compuesta por unos 450 kilómetros de vías convencionales, si bien en pocos de ellos estaba permitido ir a 100. Las curvas y pendientes habituales de la orografía regional ya dificultaban que Tráfico permitiera alcanzar la velocidad máxima genérica para este tipo de vías. A consecuencia de ello, en esa parte de la red solo se han cambiado «unas 30 señales», según indican desde la Demarcación de Carreteras del Estado. «De ellas 21 se sitúan en la variante de Avilés», concretan. En ese tramo de la Nacional 632 una de las reivindicaciones vecinales es la de reforzar la iluminación nocturna, sin embargo desde la Demarcación han recordado que las decisiones de dónde encender las farolas están marcadas por una instrucción técnica y que esta vía no registra los volúmenes de tráfico requeridos para dicha medida.
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En la red autonómica la reducción de velocidad también afecta «a pocas carreteras, son cuatro: el corredor del Nalón, la AS-17 en el tramo de Bobes, la AS-19 entre Gijón y Avilés, la AS-118 entre Gijón y Candás», detalló José María Pertierra de la Uz, director autonómico de Infraestructuras y Transportes.
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