Casa Maravilla echa el cierre al restaurante y se centra en su hotel rural

El reciente fallecimiento de José Álvarez, más conocido como 'Pepín Maravilla', dueño del establecimiento de hostelería Casa Maravilla en Cabo Peñas, ha hecho que su familia se replantee el negocio. La decisión acordada pasa por el cierre del restaurante para centrar su actividad en los alojamientos rurales que llevarán el mismo nombre. Así, en un comunicado, su hija Leticia explica las causas que motivan esta determinación: «La mala suerte es que mi padre haya perdido la vida a tan solo cinco meses de que él y mi madre María Teresa alcanzaran la edad de jubilación. Esta pérdida irreparable hace que nos hayamos quedado sin el principal faro de este negocio, teniendo así que adelantar el cierre del restaurante».

En sus previsiones de futuro se habían planteado llevar a cabo un relevo generacional que pasaba por centrarse en conseguir que las seis habitaciones del pequeño hotel fueran «cada vez mejores, más equipadas y acogedoras para que los huéspedes se sientan como en casa. Ese proyecto -añadió- sigue adelante y, de hecho, el hotel continúa abierto, aceptando reservas para cualquier día desde ya mismo.

En palabras de Leticia Álvarez, que ahora toma el relevo de sus padres, «continuar con el hotel es el mejor homenaje que le podemos rendir a mi padre que lo dio todo por este lugar y que, junto a mi madre, ha regentado un establecimiento único tanto por las vistas como por lo bien que cocinaban». «Siempre tuve claro que el hotel debía ser el foco de atención en el futuro, lo único que sucede es que, aunque mi padre no iba a estar el día a día, lo vamos a echar mucho de menos en todos los sentidos».