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El comercio, propiedad de ambos, donde tuvo lugar la agresión con un arma blanca. A. G.-O.

La intervención de un taxista ayudó a salvar a la mujer apuñalada por su expareja en Luanco

El hombre se encuentra detenido acusado de apuñalar a su expareja e incumplir la orden de alejamiento a la que estaba sujeto

PEPE G.-PUMARINO

LUANCO.

Domingo, 26 de abril 2020, 00:05

J. A. G., vecino de Luanco, fue detenido ayer por la Guardia Civil, acusado de apuñalar a su expareja e incumplir la orden de alejamiento a la que estaba sujeto. Los hechos tuvieron lugar alrededor de la una de la tarde, en un céntrico kiosco de Luanco propiedad de ambos.

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Según el testimonio de algunos vecinos, tras una violenta discusión, el presunto autor de la agresión propinó dos puñaladas a su expareja en el abdomen con un cuchillo de sierra de pequeñas dimensiones. Las mismas fuentes también explicaron que la rápida intervención de un taxista que se encontraba en la parada ubicada a pocos metros del local evitó que el atacante causara daños mayores. El hombre abandonó el lugar tras la agresión. La mujer, que presentaba varias heridas, fue trasladada al centro de salud y, según fuentes de la Guardia Civil, recibió el alta a media tarde. La fuga del presunto autor del apuñalamiento terminó en la localidad gallega de Mondoñedo, donde fue finalmente localizado y detenido por la Guardia Civil.

La víctima y el detenido tienen un hijo juntos y habían abierto el local hacía algo más de un año. Sin embargo, hace varios meses la mujer solicitó una orden de alejamiento de su pareja, quien pasó a residir en el municipio de Ribadeo. Ayer, para cometer el delito, aprovechó que tenía un permiso para desplazarse hasta Avilés -donde recibía tratamiento psicológico- y posteriormente, a sabiendas de que su mujer estaría en el comercio, se acercó hasta Luanco.

Otra denuncia

No es la primera vez que el ahora detenido se ve implicado en una agresión. El pasado año, J. A. G. fue objeto de una denuncia por agresión interpuesta por una inspectora de trabajo que había visitado su establecimiento. La víctima declaró que, tras comunicarle que el informe sobre la situación del negocio iba a ser desfavorable, el hombre procedió con insultos y amenazas contra ella y «mostró una conducta inadecuada, llegando incluso a abalanzarse sobre ella y agredirla». Como consecuencia de este incidente, la inspectora de comercio tuvo que permanecer varios días de baja laboral por las lesiones causadas.

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