Los efectos del argayo obligan a modificar el trazado original de la Senda Costa Norte

Las consecuencias del argayo subterráneo que, el pasado 1 de enero, seccionó por completo la Senda Costa Norte en el tramo comprendido entre Arnao y la subida al puerto de Santa María del Mar, se harán notar de forma permanente en el tiempo. No en vano, el Ayuntamiento de Castrillón ya ha dado por perdido esa sección del camino, y aguarda los resultados del informe técnico encargado para evaluar y, llegado el caso, implementar un trazado alternativo en el punto afectado.

«Va a ser una obra considerable», reconoció ayer el concejal de Obras, Iván López, quien manifestó su intención de que el problema esté subsanado «para el próximo verano». Y es que, por el momento, es preciso aguardar a que el firme bajo la senda se asiente, antes de poder acometer cualquier actuación sin riesgos. Mientras tanto, el argayo sigue creciendo paulatinamente, favorecido por las lluvias que protagonizaron los primeros días del nuevo año.

Entre tanto, desde el Consistorio castrillonense se ruega a los usuarios de la senda paciencia y, ante todo, prudencia. Dicho llamamiento parte de las quejas vecinales expresadas por los propietarios de las parcelas anexas al trazado dañado, que han visto como los transeúntes invaden a menudo sus terrenos para salvar el obstáculo acotado. «Instamos a no ocupar las parcelas aledañas, que son de titularidad privada», recordó López.

El edil de Obras también respondió a las críticas vertidas contra su gestión del problema el pasado viernes por el concejal de Vox en el Ayuntamiento de Castrillón, Alberto García Hevia. En aquella ocasión, Hevia tachó la actuación municipal frente al percance como un ejemplo de «reiteradas faltas de capacidad de gestión», y recordó que se destinó una partida de 10.000 euros al arreglo de la senda en las proximidades del lugar dañado.

«Culpar a este concejal de la existencia de un argayo, y relacionarlo con una reparación del asfalto que se ejecuta en otra zona, solo busca engañar a los vecinos para denostar al Gobierno», contraatacó ayer López. El edil de Obras advirtió de que el tratamiento de los efectos del argayo «no va a costar 10.000 euros», y afirmó que «las consideraciones que hace Hevia se desmontan simplemente con las fotografías de la incidencia. Esta manera de hacer política es un fraude a los electores».