Tazones espera el informe que aclare la evolución del argayo

Los geólogos de la Universidad de Oviedo continúan controlando el movimiento del argayo del faro de Tazones, mientras los vecinos intentan seguir la vida con cierta normalidad. Así lo asegura Luis Batalla, delegado territorial de Tazones, quien cree que los habitantes de la zona no «corren peligro y parece que no prestan tanta atención porque hace más de un año que apenas se movió». Batalla reconoce que no se recuerda un argayo de estas dimensiones y está convencido de que no habrá ningún movimiento brusco. «Lo normal sería que argayara paulatinamente». No todos los habitantes de la zona se muestran muy tranquilos ante la evolución de la situación. Algunos reconocen que han tenido que recoger a todo el ganado que habitualmente pastaba por la zona, «ante el temor de alguna desgracia».

Hace ya tres años, las primeras grietas obligaron al desalojo de un restaurante y una vivienda y a principios de 2020 la situación empeoró. En un informe remitido entonces por los geólogos a Demarcación de Costas se advertía que en cualquier momento se podía producir el desprendimiento de un volumen importante de rocas desde la parte superior hacia la base del acantilado.