Ver fotos
La niebla causó retrasos al sorprender al aeropuerto con el ILS a medio gas
El primer vuelo de la mañana a Barcelona se demoró dos horas y media y el que llegaba de París estuvo sesenta minutos sobrevolando la región
I. VILLAR / CH. TUYA
GIJÓN.
Sábado, 4 de agosto 2018, 02:05
Una visibilidad más que reducida, casi nula. Fue el regalo con el que la anunciada ola de calor sorprendió ayer, entre otros, al Aeropuerto de Asturias, que la recibió con sus sistemas de asistencia al aterrizaje a medio gas, pues el ILS, que ayuda a los pilotos en su aproximación y posterior toma de tierra, «no está completamente activo».
Publicidad
Según fuentes aeroportuarias, desde diciembre están sin instalar las luces del eje de pista, que son las que indican al comandante de vuelo el carril por el que tiene que pasar. Además, estos días el radar de multilateración, considerado como los 'ojos' de la torre de control ya que gracias a sus diez antenas informa a los controladores de todo lo que hay en la pista y fuera de ella, está en pleno proceso de revisión.
Con estas limitaciones, el aeródromo asturiano inició ayer su actividad tomado completamente por una niebla que, si ya dificultaba la visión en tierra, complicaba aún más las operaciones aéreas. Sus efectos los sufrieron principalmente los viajeros de dos vuelos. El primero, el operado por Vueling que debía haber partido de Asturias rumbo a Barcelona a las 7.30 de la mañana. La falta de visibilidad lo mantuvo en tierra durante casi dos horas y media, hasta unos minutos antes de las diez. Y aunque durante el trayecto lograron recuperarse algunos minutos, el aterrizaje en la Ciudad Condal, previsto para las 8.55, no se produjo hasta las 11.14 para enfado de gran parte del pasaje.
Tampoco fue un vuelo fácil para los ocupantes del primer avión de la mañana procedente de París, también operado por Vueling. Madrugaron para salir, puntuales, a las siete de la mañana del aeropuerto Charles de Gaulle de la capital francesa. Pero cuando se encontraban ya sobre Asturias la niebla no permitía aterrizar en condiciones de seguridad. El avión permaneció en el aire hasta que la niebla empezó a despejarse y, tras varios sobrevuelos, tomó tierra a las 9.55, una hora más tarde de lo programado.
Daños en una rueda
No fueron las únicas conexiones que sufrieron retrasos ayer. El vuelo de Iberia que debía haber salido de Madrid a las 15.45 no lo hizo hasta una hora después por daños en una rueda del tren de aterrizaje. El pasaje, entre el que estaba la ministra de Sanidad, que venía a inaugurar la Feria de Muestras, estuvo durante ese tiempo esperando dentro de la cabina «sin aire acondicionado». Esta demora provocó que el enlace de vuelta, el Asturias-Madrid de las 17.40, saliera también casi una hora más tarde de lo previsto. El Vueling de las 19.15 procedente de Gatwick tomó tierra en Asturias con 40 minutos de retraso, el mismo que sufrió el Asturias-Barcelona de las 19.50.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión