«Los niños de larga hospitalización somos expertos en confinamiento»

Hubo globos. Hubo mascarillas con sonrisa. Y sonrisas sin mascarilla. Y hubo, «un millón de besos», los que ayer lanzaron miembros de la Asociación Galbán, Clowntigo, Narices Azules y Cruz Roja Juventud a los menores hospitalizados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Las cuatro entidades que luchan para convertir al 13 de mayor en el Día Internacional del Niño Hospitalizado que ayer se conmemoró en doscientos complejos hospitalarios de todo el país. En el HUCA, los homenajeados, treinta y cuatro menores, de un total de 600 en todo 2020 y de 1.200 en 2019, no se limitaron a disfrutar del espectáculo de risas y colores que les habían organizado.

En un comunicado, los 'locos bajitos' dejaron claro que «nosotros no sabíamos lo que era un estado de alarma, no sabíamos lo que significaba la palabra confinamiento, pero hace tiempo que sabemos lo que es, de repente, dejar nuestro mundo e ir a vivir al hospital».

Como «expertos en confinamiento», sin saber lo que significaba la palabra, quisieron dejar claro que «nuestras estancias de hospitalización son mejores gracias al calor humano y la proximidad de un equipo sanitario formado por vosotros: nuestros médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, limpiadores, pero también por nuestras profes de aulas hospitalarias y por la labor del voluntariado hospitalario».

Especialmente este año «en que la distancia existe», debido a los protocolos a que obliga la pandemia de la covid, aseguran que «seguimos sintiendo vuestro ánimo y apoyo, vuestro calor a través de las mascarillas, guantes, vídeos, llamadas, mensajes, narices rojas o azules».

Los menores hospitalizados en el HUCA decidieron cambiar las tornas y ser ellos «los que os animamos a vosotros».

Dicen comprender «que la distancia es dura, que se echa de menos a nuestras gentes y nuestras rutinas, pero lo estáis haciendo muy bien. Vuestro trabajo es fundamental para nosotros y nuestras familias, pero, sobre todo, vuestro calor, que nos está llegando multiplicado por mil».

El escrito concluye con una advertencia: «Nadie como los niños y niñas de larga hospitalización comprendemos mejor la sensación de querer salir y recuperar la rutina diaria, pero, os animamos a seguir las normas».