«Fue una noche para no recordar, el fuego empezó a bajar y quedó a cuatro metros de la cabaña»

La humareda y el olor a quemado se extendían ayer por el valle de Espinaréu, en Piloña, donde los fuegos llevan días sin dar tregua. En la aldea de El Pedrosu, los incendios acechaban desde hacía dos jornadas, pero fue en la noche del jueves cuando la situación se complicó hasta el punto de que las llamas quedaron a escasos metros de cabañas habitadas. «El fuego empezó a bajar y quedó a tres o cuatro metros. Estuvimos apagando con las herramientas que teníamos. Fue una noche para no recordar», explicó uno de los afectados, propietario de una cabaña. El vecino, que prefirió mantener el anonimato, explicó que el helicóptero de los Bomberos trató de extinguir las llamas hasta que entró la noche. Comenzaron entonces horas de inquietud en El Pedrosu, donde residen de forma habitual tres vecinos. No obstante, en el pueblo se encuentran estos días más personas, entre ellos un nonagenario. «Estuvimos desde las nueve hasta las cinco de la mañana sin dormir. Por suerte no fue más», relataron fuentes vecinales. Apuntaron, además, que el monte está tomado por el matorral y llevaba «igual 25 años sin quemar».

El concejo piloñés fue ayer uno de los más azotados por los incendios, pues a lo largo de la jornada se llegaron a contabilizar hasta seis. En el valle de Espinaréu afectaron a ambas laderas y a última hora de la tarde se registraban aún focos activos en el monte conocido como El Clicón.