«La carretera quedó deshecha. Pasaban mil coches al día por el medio del pueblo»

El volumen de tráfico y las condiciones de la propia carretera preocupaban a los setenta vecinos de Camuño desde que el pasado 16 de abril se ordenó el sentido de circulación en el pueblo para evitar el caos derivado del corte en la N-634. Temían que el deterioro del vial no lo asumiese ninguna Administración y que, superada la situación del argayo, nadie se hiciese cargo de las actuaciones necesarias de mantenimiento. Por todo ello, exigieron al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que se responsabilizase de los daños colaterales del argayo y desde hace unas semanas la carretera luce otro aspecto.

«No contábamos con ello. Esperábamos que, con un poco de suerte, la arreglasen dentro de un año. En agosto comenzaron las obras y en poco más de un mes la han reparado», relata José Luis Velázquez, que recuerda que durante la construcción del 'bypass' pasaban más de un millar de coches diarios «cuando normalmente no pasan ni cien».

«Tuvimos que cambiar la rutina diaria a la que estábamos acostumbrados por culpa del tránsito que había. No podíamos ni pasear», apunta Victoria Fernández, a lo que añade Ludi Ruiz que «algunos venían como cazas, nos teníamos que tirar a la cuneta».

Los vecinos han agradecido al alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, «la buena gestión» realizada para lograr el compromiso del ministerio. «La carretera ha quedado en unas condiciones muy buenas. No se arregló de cualquier manera. Lo ideal sería que ahora echasen unas cubas de hormigón para arreglar las cunetas, en algunos puntos hay bastante altura. Eso sería la guinda del pastel», afirma Juan Carlos del Campo, que explica que la carretera se hizo en el año 2012, fruto de la «pelea» vecinal. «Llevábamos muchos años reivindicando una salida a Villazón que no había, teníamos que ir por Salas», detalla.

La Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias no solo ha reparado el firme en el tramo de Villazón a Camuño, sino que ha mejorado la carretera que discurre entre los núcleos de Linares y Figares; un total de siete kilómetros. En Salas, ahora esperan que el Ministerio solucione con celeridad la reconstrucción del puente de Godán, cuyas actuaciones mantienen cerrada al tráfico la vía rápida a La Espina desde el 3 de agosto. Demandan también que se avance en la retirada del argayo de Casazorrina y se reconstruya toda la ladera caída, lo que retrasará aún más la autovía Oviedo-La Espina. Una autovía «maldita» que prolonga el «aislamiento» del suroccidente y que trae consigo graves perjuicios para los concejos de Salas y Tineo.