Ómicron causó en un mes siete veces más fallecidos que la de gripe A de 2009

La idea de que el coronavirus es como una gripe se instaló en la opinión pública al inicio de la pandemia, cuando aun no se le tenía miedo a este patógeno que, solo en Asturias, ha causado 2.198 fallecidos. Veintidós meses después, esa idea vuelve a circular a pie de calle, porque, a pesar de que el número de contagios se ha vuelto a disparar y los expertos hablan de transmisión «masiva», la mayoría de infectados presenta una sintomatología leve, similar a la de un resfriado «un poco fuerte». El Gobierno, de hecho, trabaja en un plan para tratar la covid-19 como una gripe, según anunciaba hace una semana el propio presidente, Pedro Sánchez.

¿Pero son equiparables ambos virus? Vayamos a los datos. En la temporada gripal de 2009, fecha en la que se decretó por última vez una pandemia, debido al virus H1N1 (el de la llamada gripe A), se detectaron en Asturias 2.096 casos. El mayor pico registrado entonces fue de 581 casos en un día y, en apenas un año, se dio por controlada aquella crisis sanitaria, que provocó 13 muertos en la región y acabó siendo menos nociva de lo que se temía inicialmente.

Desde que se recrudeció la sexta ola de la pandemia, esto es, tomando como referencia el último mes, la Consejería de Salud lleva ya notificadas 96 muertes por coronavirus (técnicamente SARS-CoV-2). Solo el pasado fin de semana, fallecieron 12 personas. O lo que viene a ser lo mismo: en tres días hubo prácticamente tantos fallecidos como en toda la pandemia de gripe A. En definitiva, el número de decesos provocado en un mes por la sexta ola del coronavirus multiplica por siete el de toda la temporada gripal de 2009-2010.

El pasado jueves, sin ir más lejos, se confirmaron en Asturias 3.794 casos de coronavirus, un 55% más de los que generó la gripe A en su año de pandemia. La ómicron, variante de la covid-19 predominante ahora en la región, se caracteriza por ser más contagiosa aunque menos grave. Desde el 11 de diciembre, cuando la escalada de casos empezó a ser preocupante, el Principado lleva registradas 55.848 infecciones por coronavirus, lo que ha vuelto a poner en una situación delicada al sistema sanitario.

Si nos remontamos a la temporada 2019-2020, justo antes de que se declarase el estado de alarma por covid y el confinamiento de la población, en Asturias se contagiaron de gripe 3.457 personas, de las cuales 45 fallecieron como consecuencia de la infección. Fue una las campañas gripales más virulentas de los últimos quince años, junto a la de 2017-2018.

En total, generó 729 ingresos hospitalarios. En la peor fase de esta sexta ola en la que está sumergida media Europa llegado a haber en los hospitales asturianos días con 438 pacientes de covid, lo que ha obligado a reservar plantas específicas y ampliar la capacidad de las unidades de cuidados intensivos. El número de fallecidos ya duplica los registrados en la temporada de gripe de 2019-2020, aunque el hecho de que un 86% de la población asturiana esté vacunada contra el coronavirus ha evitado, según los epidemiólogos, consecuencias «catastróficas».

En noviembre de 2020, de hecho, cuando todavía no se había iniciado la campaña de inmunización, se producían entre 20 y 30 muertes diarias por covid. El día 13, uno de los más peliagudos, 816 personas contagiadas de SARS-CoV-2 necesitaban atención hospitalaria, de las cuales 140 se encontraban en estado crítico. Sin embargo, aquel día se notificaron algo menos de 800 contagios, una cifra que asustaba entonces, pero que es cinco veces inferior a la tasa de contagios actual. De ahí que vuelva a germinar esa idea de equiparar covid a gripe.

«Sería un error», sentencia Javier Alberdi, médico de Familia y presidente del sindicato profesional Simpa. «Covid y gripe no son lo mismo», insiste. Y pone como ejemplo el dato de las muertes ocasionadas por uno y otro virus para reafirmarse en su declaración. El doctor Antonio Fernández, representante autonómico de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), se pronuncia en términos muy similares: «El coronavirus es una infección respiratoria muy seria que no debemos banalzar».

También el consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández, considera «desafortunado» hablar de 'gripalizar' el coronavirus cuando aun no se ha conseguido doblegar la curva epidemiológica de la sexta ola. Pero es un término que, si vuelve a la calar en la opinión pública, es porque desde Moncloa se acaba de anunciar un plan para equiparar el tratamiento de ambos virus. «Acabaremos pasando todos el covid como si fuera una gripe», es el runrún que circula a pie de calle.

Desde la Sociedad Asturiana de medicina Familiar y Comuniatria (SAMFyC), su presidente, Rubén Vila, arroja luz sobre el nuevo plan en el que ya está trabajando el Ministerio de Sanidad y con el que su organización está de acuerdo. Se trata de establecer un nuevo sistema de control epidemiológico, equiparable al que funciona con la gripe, cuya evolución es detectada por lo que se conoce como Red de Médicos Centinela y no a través de cribados masivos de PCR, como ocurre actualmente.

Villa considera que este cambio de sistema es necesario para descongestionar los centros de salud y empezar a redirigir los recursos sanitarios a patologías que han estado desatendidas durante la pandemia. Atención Primaria soporta actualmente el seguimiento clínico del 80% de los casos de covid que se detectan. Pero, puntualiza, «cuidado con no cometer el mismo error que al inicio de la pandemia, cuando se dio a entender que la covid era como un gripe».

Prosigamos con los datos, todos ellos extraidos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España en colaboración con el Instituto Carlos III -ambos vinculados a la Red Nacinal de Vigilancia Epidemiológica- y de Astursalud, la plataforma digital que utiliza el Principado para informar de asuntos relacionados con la situación sanitaria de la región. Desde 2005 a 2019, se han producido en Asturias 259 muertes por gripe. En 2020 y 2021 apenas se han detectado casos.

Ese impacto testimonial se debe, principalmente, a las medidas preventinas impuestas para frenar el coronavirus, como el uso de la mascarilla o la obligación de guardar una distancia de seguridad. En el caso de la covid, a lo largo del último año ha enfermado a 100.000 personas en Asturias y provocado 777 muertes. La mitad de los contagios de 2020 se concentran en la sexta ola y se deben a la alta transmisibilidad de ómicron, que, a su vez, solo ha desencadenado un 12% de los fallecimientos de este año de pandemia. «Los síntomas pueden ser similares, pero la covid no es una infección respiratoria más. Al menos, a día de hoy», subrayan médicos y epidemiólogos.

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