Los remates retrasarán el final de las obras del Plan Agua en Cabrales hasta enero

Una de las premisas de las diferentes obras del Plan Agua que se han acometido en la comarca durante este año y parte del pasado es que los trabajos estuvieran acabados antes del final de este 2015 para contar con los fondos europeos que financian el grueso de estas obras ejecutadas por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) y en las que participa el Principado de Asturias. Pero en el caso de los trabajos que se están realizando en el concejo de Cabrales todo apunta a que ese plazo no se va a poder cumplir por apenas unos días o semanas.

La cuestión ha sido tratada en el pleno municipal celebrado esta semana en el Ayuntamiento. El portavoz del Partido Socialista, José Sánchez, afirmaba ayer que «preguntamos por la marcha de las obras porque entre los vecinos hay un poco de malestar y el alcalde nos dijo que tenían que estar acabadas para el 31 de diciembre pero que desde CHC les han dado un plazo de 21 días más». Sánchez valoró que estas tres semanas más de margen pueden resultar también insuficientes en caso de que se ponga a llover, ya que ralentizaría la marcha de las obras.

El alcalde cabraliego, el popular Francisco González no quiso ayer entra a hablar de plazos sobre el final de los trabajos, pero sí que manifestó que «es posible que las obras se alarguen hasta principios de enero». «Ha habido algunos problemas técnicos y también ha habido que hacer un modificado de la obra en lo que sería el paseo que va badeando la carretera que conecta Arenas y Poo. Todo ello ha retrasado un poco los trabajos y también se van a notar los días de fiesta de estas navidades. Pero las obras están ya en la fase de remates», detallaba el regidor cabraliego.

Precisamente este martes salía publicado en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) la aprobación definitiva del modificado de esta obra del Plan Agua en Cabrales y que consiste en la ordenación hidráulico-sanitaria del río Casaño entre las localidades de Arenas de Cabrales y Poo.

Por su parte desde la Confederación Hidrográfica del Cantábrico afirmaban ayer con rotundidad que «la obra está acabada» y que incluso podría entrar ya en funcionamiento. En cuanto los trabajos que se están ejecutando estos días, afirma CHC que forman parte de los remates de la actuación, pero que también está previsto que estén concluidos a 31 de diciembre. También negaba la Confederación que hubiese concedido un plazo de 21 días más para que se rematasen estas obras.

Las obras del Plan Agua en Cabrales fueron adjudicadas a la empresa Proacón S. A., por 4,34 millones de euros, casi un 48% menos de los 8,236 que figuraban como presupuesto base de licitación de estos trabajos. Comenzaron en abril y tenían un plazo de ejecución previsto inicialmente en el proyecto de 22 meses.

La actuación busca garantizarán la recuperación de la calidad de las aguas del río Casaño a su paso por Poo y Arenas de Cabrales mediante la construcción de un colector de saneamiento y los ramales necesarios para recoger los vertidos de estas poblaciones y llevarlos para su tratamiento hasta la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) construida aguas abajo.

Trifulca entre trabajadores

También se han construido dos sendas fluviales sobre las tuberías de saneamiento y una protección de márgenes en la confluencia del río Ribeles con el Casaño. En concreto, la senda fluvial del río Casaño se encuentra en la margen izquierda en la entrada oeste de Arenas desde la carretera AS-114 y pasa frente al molino hasta terminar en el puente de Arenas con una longitud de 769 metros. Mientras, la senda fluvial del río Cares discurre por la margen izquierda del río desde su confluencia con el río Casares hasta el puente situado frente a la central eléctrica.

Durante estos meses las obras han generado bastante malestar entre los vecinos de estas dos localidades. Están cansados con las molestias que generan y con que se estén alargando más de lo esperado. De hecho los propios vecinos fueron los que ayer alertaron de un incidente entre algunos jefes de esta obra que acabaron llegando a las manos. La agresión fue confirmada por los propios trabajadores, aunque las obras no se vieron afectadas por esta trifulca.