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Marta Alonso y su hija camino de la escuela de 0 a 3, ayer en su apertura.

Una escuela de 0 a 3 «familiar y con servicios como de casa» para conciliar en Ponga

Tras cuatro años de trámites, el nuevo servicio abre con cinco niños, planes para incorporar transporte e interés de otros concejos

GLORIA POMARADA

BELEÑO.

Martes, 14 de febrero 2023, 01:05

Con 561 habitantes, Ponga es desde ayer el concejo menos poblado del oriente con escuela de 0 a 3, un servicio que el Ayuntamiento ... pone en marcha con el fin de facilitar la conciliación de las familias y fijar población. Tras cuatro años de trámites, la escuela Amparo Velasco abre con cinco niños matriculados de hasta los diez que puede llegar a albergar e interés de potenciales usuarios de municipios limítrofes como Cangas de Onís y Amieva. «Estamos en un enclave único y contamos con unos servicios como de casa y de calidad, es una ventaja de la zona rural», explicó la alcaldesa, Marta Alonso, para quien la de ayer fue una jornada de «doble satisfacción, como gestora y como madre». Por un lado, como alcaldesa ve realizada su apuesta de contar con escuela de 0 a 3, trabajo que emprendió «en 2019, cuando ni siquiera estaba embarazada». Como madre, ayer acompañó a su hija Joanna, de dos años, a su primer día de 'cole'.

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Fueron precisamente Joanna y Sara, ambas nacidas en 2020, las niñas que ayer comenzaron el periodo de adaptación. «Es una maravilla tener esta escuela al lado de casa, así no tenemos que bajar a Cangas de Onís, contando con que haya plaza», explicó Nerea Calleja, vecina de Sellañu y madre de Sara.

El nuevo servicio, ubicado en el recinto escolar de San Juan de Beleño, contará además con comedor. La alcaldesa recordó que será «comida casera», pues se elaborará en las cocinas de la residencia de mayores. También trabajan ya en la articulación de una línea de transporte. «Va a ser como una casa. Vamos a darlo todo para que los niños y las familias estén a gusto», explicó Lucía García, maestra de educación infantil y directora del nuevo centro. Recordó además que el fin de las escuelas de 0 a 3 es «facilitar la conciliación y que la gente pueda vivir en zonas rurales». Lucía García, vecina de Cangas de Onís, trabajará en la escuela junto a la técnico Sara Fernández, avilesina que se mudará a Ponga. «Estoy emocionada con el cambio», explicó la joven, quien reconoció que nunca se «había planteado» vivir en la zona rural.

«Solinos en los pueblos»

En concejos como Ponga sucede además que muchos niños son los únicos de sus localidades, por lo que la escuela ofrece la posibilidad de «socializar» desde bebés. «Es importante que los niños se relacionen, la mayoría están solinos en los pueblos», subrayó la alcaldesa. A sus dos años Sara y Joanna, venciendo la timidez inicial, comenzaron ya a jugar como las compañeras que son y serán en una etapa escolar que podrán cursar sin salir de su concejo hasta el instituto.

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