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Fallece a los 101 años en México el empresario ribadedense Gumersindo Ruiz Noriega

Natural de Colombres, emigró de joven a Latinoamérica, donde fundó una tienda de vinos y licores que convirtió en un imperio

L. RAMOS / A. O.

COLOMBRES.

Miércoles, 27 de enero 2021, 02:51

El concejo de Ribadedeva pierde a uno de sus indianos más ilustres. El pasado fin de semana fallecía en Ciudad de México el empresario Gumersindo Ruiz Noriega, a los 101 años. Natural de Colombres, donde fue el segundo de once hermanos, durante su niñez trabajó como recadero para el psiquiátrico que funcionaba entonces en la Quinta Guadalupe, actual sede del Archivo de Indianos. Según él mismo le explicó a Tatús Gil, de la asociación Navegantes, «quería muchísimo a su madre y fue precisamente para ayudarla a mantener a una familia tan numerosa por lo que se marchó a América al cumplir los dieciocho años». Una vez en la capital mexicana, el ribadedense fundó en 1953 una empresa importadora de vinos, licores y alimentos gourmet que poco a poco transformó en un auténtico imperio y todo un referente de los productos de calidad en ese país, contando con más de un centenar de sucursales en todo el territorio.

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«Ya no era un niño cuando se fue y allí en México trabajó durísimo, consiguiendo levantar un negocio de gran importancia a partir de una pequeña tienda de comestibles», recordaba ayer Gil. Y destacaba la «enorme amabilidad» con la que solía tratar a todo el mundo. «Le gustaba mucho su tierra y regresaba con asiduidad, trayéndose a toda su familia», apuntó. Efectivamente, en el concejo ribadedense era conocido por ser «uno de los pocos indianos que aún vivían», según indicó el alcalde, Jesús Bordás. Y el director del Archivo de Indianos, Santiago González Romero, lamentaba ayer la pérdida recordando a Gumersindo Ruiz como «una persona amigable, tranquila y apreciada».

A través de su filial Importaciones Colombres apostó por los vinos españoles, especialmente por los de Castilla y León y la Ribera del Duero, zona vitivinícola por la que siempre tuvo un especial interés. También gracias a él cruzaban el Atlántico los caldos elaborados en Cangas del Narcea a principios de este siglo. El presidente del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero, Enrique Pascual, reconocía hace unos días la labor de este empresario asturiano emigrado a México. «Fue de los primeros que creyó en los vinos de la Ribera del Duero, los consideraba extraordinarios y quería a esta zona casi más que a su vida», indicó.

Entre muchas alegrías, su trabajo también le supuso algún susto, como los días que pasó secuestrado en 1997, cuando contaba 79 años.

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