El tren «único» que engrandeció la fiesta de Les Piragües

Tras su inauguración en el Museo del Ferrocarril de Gijón el pasado verano, la exposición que recorre los 75 años de historia del tren de Les Piragües llega a Ribadesella con la vocación de rotar por los concejos ribereños que cada agosto atraviesa el célebre convoy. «Es el tren más famoso de España», aseguró el director del museo, Javier Fernández, quien subrayó que la muestra rinde homenaje a su «historia única y singular». Comisariada por Nuria Vila, la exposición relata a través de fotos y documentos como billetes y carteles el origen y evolución de un tren que ha terminado por convertirse en elemento indispensable del Descenso Internacional del Sella. Fue en 1945 cuando se produjo el primer viaje, impulsado desde Gijón por el Club de Regatas y el Grupo de Cultura Covadonga. El Club de Tenis de Infiesto, del que formaba parte Dionisio de la Huerta, acordó con los Ferrocarriles Económicos la puesta en marcha de ese primer tren fluvial, que partía de la capital piloñesa y permitía salvar la gran dificultad de la época: disponer de un coche para ir siguiendo la prueba desde carretera.

Los vehículos particulares se multiplicaron con los años, pero el tren terminó por quedarse. «Se convierte en algo consustancial a la fiesta», destacó Fernández. Tanto que en la memoria están aquellos años en los que la romería iba a bordo del propio tren. Para el recuerdo quedan las imágenes de muchedumbres colgadas de las ventanas y encima de los vagones, hoy desterradas por motivos de seguridad.

Además de la parte festiva, la muestra aborda ocho unidades temáticas a través de fondos del propio Museo del Ferrocarril, del Muséu del Pueblu d' Asturies y de colecciones particulares. Entre ellas figura la vertiente más técnica. «Feve utilizó su mejor material para el Sella», detalló el director, quien repasó además cómo la locomotora de vapor dejó paso al diésel, que se emplea desde mediados de los años sesenta. Tuvo además palabras de reconocimiento para los ferroviarios, que con su trabajo lograron que «siempre haya salido y llegado a la hora». «Sin el tren, la fiesta no sería lo que es ahora. Es algo especial que hay que mantener a toda costa», afirmó el director del Museo del Ferrocarril.

En más concejos ribereños

Para Juan Manuel Feliz, presidente del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (Codis), el tren fluvial «es único». Compartió además durante la inauguración una anécdota de 1982 junto a Dionisio de la Huerta, que a la vuelta «iba recorriendo el tren» y «tomando nota» de las historias y momentos vividos a lo largo del día por los viajeros.

La muestra permanecerá en la Casa de Cultura de Ribadesella hasta el miércoles 28. Está previsto que en las siguientes semanas llegue a más concejos ribereños, como Parres.

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