La pandemia de la soledad se extiende en Asturias: 70.000 mayores de 65 años viven solos

Unas cifras que, en sí mismas, no tienen porqué identificarse con un problema. Tener una mayoría de habitantes que viven en soledad no acarrea datos negativos añadidos, a no ser que al poner el foco en los números se vean más detalles que llaman a la alerta. Porque Asturias no solo lidera en soledad, sino también lo hace en la que afecta a las personas mayores.

Así lo indican las cifras. De ese total de 141.500 hogares ocupados por una sola persona, casi 70.000, o sin casi, porque las últimas cifras oficiales son del año 2020, tienen todos más de 65 años. De hecho, casi la mitad de los hogares unipersonales asturianos tienen al frente a una persona en edad de jubilación. Y siete de cada diez son mujeres. No hay en todo el país situación similar.

Un peso el de la mujer que va a más en la soledad: «En el largo plazo el número de mujeres viviendo solas en Asturias tiende a crecer, mientras que el de hombres de mantiene estable», indica el informe. Y tras las letras, los números: «La mayoría de las mujeres que viven solas tienen 65 o más años, 49.000, mientras que en el mismo grupo de edad los hombres sólo son 19.000; por el contrario, entre los menores de 65 años que viven solos la mayor parte son varones, 41.200, mientras que hay 32.300 mujeres».

Una radiografía que no incluye el diagnóstico de la situación. ¿Vivir en soledad es una opción o la única alternativa? El Observatorio Estatal de Soledad no Deseada, creado por la Fundación ONCE, ha analizado los casos con consultas en todo el país, hasta concluir que el 13,4% de la población española vive sola, pero le gustaría no hacerlo. Esa cálculo supondría que, en Asturias, hay casi 19.999 personas en soledad no deseada.

Una situación que, esa sí, ni es positiva ni deja de causar impacto en la sociedad. El informe asegura que la soledad no deseada supone un coste anual a España de 14.141 millones. Es decir, el 1,71% del PIB español o, por llevarlo al Principado, más del doble de los presupuestos de 2024.

Un coste que se va, en su mayoría, en servicios médicos. Las personas que viven solas sin desearlo tienen una percepción de que su salud es mala (50,3%) y hay enfermedades relacionadas, directamente, con ese vivir sin compañía.

Por ejemplo, la no compañía está detrás del 39,3% de los casos de depresión, del 37,8% de la ansiedad crónica o del 10,2% de enfermedades mentales, pero también de dolencias físicas, como el 6% de los infartos y el 5,5% de los ictus.

Una mala salud que genera una muerte anticipada. Lo deja claro el estudio del Observatorio. «La soledad no deseada genera una reducción en la calidad de vida que puede estar asociada a la mortalidad».

Y la fórmula para medirlo corresponde a las siglas AVAC: Años de Vida Ajustados por Calidad. La soledad no deseada reduce los años que se viven con buena salud, hasta afectar «al 2,79% de la población española mayor de 15 años». En Asturias se traduce en que más de 25.000 personas están hoy en riesgo de vivir menos años con buena salud. Y solos.