«Estamos viviendo una situación brutal», se queja la plantilla del Hospital de Cabueñes

Aplausos intensos, pero entre los propios profesionales sanitarios. Y aplausos reinvindicativos, aunque también de ánimos entre ellos mismo. La plantilla del Hospital de Cabueñes protagonizó a las dos y cuarto de la tarde una sonora protesta para denunciar «la situación brutal que estamos viviendo». Personal sanitario de todos los servicios expresaron en cada una de las plantas del hospital gijonés su descontento por la «falta de organización, medios y personal», que aseguran está haciendo «colapsar» el centro hospitalario. Responsabilizan de ello a «la nefasta gestión de recursos humanos del equipo directivo del Área V».

Afirman que en marzo, «podían justificar que era una situación nueva». Pero después de la primera oleada, «tuvieron cuatro meses para organizar, contratar personal, asegurar el que ya tenían, disponer de EPIs y material de protección adecuados. Sin embargo, no han realizado nada de esto».

Relatan que «no se están haciendo contrataciones» y responsabilizan a la dirección de «no tomar las riendas» ante una situación crítica. Aseguran que lo que más la mayor queja bien por la falta de previsión ya que «se sabía que esto iba a pasar, en el verano ya se comentaba que en octubre podía venir un desastre y no se ha tenido capacidad organizativa suficiente para evitarlo». Entre otras cosas, critican que en las plantas de hospitalización, solo una enfermera y un técnico auxiliar de enfermería (TCE) están llevando 20 pacientes. «No hay refuerzos ni contrataciones en categorías donde hay suficientes demandantes en bolsa», reprochan.

Inciden en que todo esto ha llevado a la «extenuación del personal, que ya viene agotado de la primavera. la presión asistencial brutal que están sufriendo las plantas las UVI. De los descubiertos en la plantilla y la sobrecarga en el área de Urgencias». Añaden a esto la falta de material y «la nula calidad de los EPI, en algunos casos sin homologar».

Afirman que «la nula capacidad de organización y previsión» ha originado, además, el éxodo de mucho personal» a otras áreas sanitarias y Comunidades Autónomas. Advierten de que «no se puede seguir castigando a la plantilla y desaprovechando sus capacidades profesionales para servicios que son diana en este momento». En este sentido, reclaman una mayor contratación y una organización cabal de los recursos humanos, el replanteamiento de la organización interna del Sespa: «Hay más de 500 enfermeras en puestos de calidad, docencia, supervisiones, etc que tendrían que dedicar parte de su tiempo a la actividad asistencial, ya que estamos en una situación crítica».