«La rampa de Pajares cambió la historia del país y de Asturias»

«Hoy es una efeméride importante en la historia del país y en particular, en la de Asturias. Hoy se cumplen 140 años desde que el rey Alfonso XII, en 1884, la inauguraba». Así lo recordó este jueves el presidente asturiano, Adrián Barbón, en el viaje turístico por la rampa de Pajares, que hoy cumple 140 años desde su construcción. «Es una efeméride que cambió la historia del país y de Asturias», apuntilló.

Adrián Barbón, que se confesó «muy emocionado» antes de salir desde la estación de Oviedo en un viaje que tiene como final la de Busdongo, en León, destacó que, en aquel momento, la rampa de Pajares ya fue «a mayor obra de ingeniería civil que se había hecho en España», una obra con la que «se intentaba romper el aislamiento secular de la región». El 29 de noviembre de 2023, Asturias dio el paso definitivo contra ese aislamiento por vía ferroviaria, «con la apertura de la variante de Pajares, que ya han utilizado más de 550.000 personas».

Con la alta velocidad en marcha, la rampa de Pajares pasa a un segundo plano. «La Consejería de Fomento está trabajando en un estudio para saber qué nuevos usos se puede dar a la rampa para negociar con el Gobierno de España», explicó el presidente asturiano. «Hoy por hoy se sigue utilizando. Uno de los usos es este, la recreación turística, creo que es una buena oportunidad para vivir algo distinto. Espero que se pueda consolidar», señaló.

Junto a él, el consejero de Fomento, Cooperación Local y Prevención de Incendios, Alejandro Calvo, destacó que «es importante el servicio en sí mismo y que la rampa siga viva 140 años después». Como había adelantado el presidente, en estos momentos «en el marco de la concertación estamos evaluando alternativas», que pasan desde el uso turístico de la rampa, el paso de mercancías especiales y, también, «en tareas de formación».

Sobre su uso para el transporte de mercancías, aunque reconoció que «va a haber un trasvase hacia la variante», aún queda «un periodo de transición para algunas mercancías, ya sea por el tipo o por la formación de los maquinistas, todavía van por la rampa». Respecto a los problemas que da aún la alta velocidad, especialmente marcados por las obras en la estación madrileña de Chamartín, Calvo explicó que «aquí vivimos réplicas de los problemas a 500 kilómetros», pero confesó que «tendrá que seguir afinando la puntualidad». Más allá de la alta velocidad, también avanza, dijo, el plan de modernización de las cercanías: «Los nuevos trenes irán llegando de manera progresiva».

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