El alcalde de Nava declarará por el supuesto retraso del cierre de una cuadra

«Es muy angustioso vivir así, nadie quiere llegar a esto». Con estas palabras resumía ayer su situación la vecina de Llombroso que se ha querellado de nuevo contra el alcalde de Nava, Juan Cañal Canteli, por un presunto delito medioambiental y de prevaricación. El regidor, que esperaba «dar carpetazo» al asunto tras el archivo del anterior proceso, pasará a declarar en junio.

La naveta lleva años luchando por la clausura de una cuadra anexa a su vivienda que, asegura, vierte sus purines a la red municipal de alcantarillado y está causando perjuicios en su casa y en su salud. La presencia de animales en el establo lleva más de dos décadas produciendo «olores nauseabundos» y perturbando el sueño de M.O.V.G. y su marido, que dicen pasar noches en vela a causa de los golpes de los animales contra las paredes que dan a su salón. Su preocupación ahora es su nieto pequeño, ya que la humedad, explica, atrae a numerosos insectos que infestan su vivienda.

La causa en un primer momento había sido sobreseída al desmentir el Ministerio Fiscal «la existencia de una supuesta inactividad, paralización u omisión» por parte del Ayuntamiento; sin embargo, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha estimado el recurso de la naveta, que incide en que no queda claro que los residuos de los animales -que a día de hoy continúan en la cuadra- ya no se viertan a la red o no contaminen.

Ayer, M.O.V.G. se personó en el Juzgado de Instrucción de Primera Instancia de Piloña junto a su abogado, Marcelino Abraira Piñeiro para ratificar su declaración. En el escrito presentado por la defensa se recoge además una denuncia a la Policía Local del concejo por el presunto delito de omisión de una orden y a la arquitecta municipal por supuesto falso testimonio. También al propietario de la finca por presunto delito de desobediencia y estafa procesal, así como por delito medioambiental y supuesta prevaricación.

La mujer ha añadido como prueba un parte médico a la que este diario ha tenido acceso y en la que consta un cuadro de «ansiedad y depresión reactiva» de un «problema vecinal» por el que está a tratamiento farmacológico, por el que acusa a los implicados de un delito de lesiones leves.

Abraira ha solicitado además al Juzgado para este proceso que un médico forense explore a su clienta y que se nombre un perito arquitecto para informar sobre la situación de la vivienda y la cuadra anexa.