«Acabo de llegar a España. Esto es increíble»
Internacional. En el prau convivían los romeros asturianos con otros venidos de muchas partes de España y de todo el mundo, porque El Carmín no tiene fronteras
Dicen que El Carmín de la Pola es la mejor romería de Asturias y debe ser por eso que ayer el prau de La Sobatiella estaba lleno de asturianos de casi todos los rincones posibles. Pero los de nuestra región no eran los únicos que disfrutaban de la folixa porque, por allí, se repartían españoles de muchísimas comunidades autónomas y también unos cuantos extranjeros que no daban crédito a lo que sus ojos veían. Era el caso de la argentina, de Buenos Aires, Rosario Cocina, quien apenas llevaba unos meses en nuestro país y ya estaba totalmente integrada. «Acabo de llegar a vivir a España y me dijeron que tenía que venir», se reía. «Me sorprende la cantidad de gente que hay aquí, la buena onda y este código de vestimenta de camiseta blanca y pañuelo azul», contaba, convencida de que El Carmín en «increíble».
Con ella, estaba de acuerdo el estadounidense Roberto Alburquerque. «Yo soy de Chicago, pero llevo dos años viviendo en Oviedo», explicaba. «Es la primera vez que vengo y esto es una pasada, me lo estoy pasando muy bien», prometía. Era imposible no divertirse, teniendo en cuenta el buen ambiente que había y que tenía muy sorprendida a la catalana Judith Bucar. «El año pasado hice dos amigas asturianas en el Camino de Santiago y este año me trajeron», indicaba. «Me está encantando esta reunión de familias en el campo y estoy aprendiendo hasta palabras en asturiano. Eso está siendo toda una inmersión», se reía.
La misma que estaban haciendo el zamorano Diego Jorge y el sevillano Jesús Arbandea. «Llevamos viniendo ya nueve años», contaban con orgullo. «Conocimos El Carmín porque nos dijeron que era la mejor fiesta de Asturias y nos encantan su ambiente, la sidra y el sol, cuando hace sol», bromeaban.
Ellos tenían ganas también de la fiesta en el pueblo, en la que igual les tocaba echar el freno de mano porque ya avisaban: «Mañana curramos». Había otros que tenían algo más de suerte como el grupo del poleso Marcos Rodríguez, que tenía a su alrededor amigos de Lleida, de Zaragoza y de diversos puntos de Asturias. «Lo que nos gusta de esta fiesta es juntarnos todos los de la Pola e invitar a gente de otros sitios para merendar y tomar sidra», decía recién salido de una piscina hinchable, llena de botellas de sidra. Con ella, mantuvieron bien frescos los culinos que se tomaron también las hermanas mexicanas Andrea y Belén Rodríguez, quienes estaban pasándoselo muy bien, «nos está gustando mucho», zanjaban.
Un Carmín más verde
pola de siero. «Es un reto conseguir que estas fiestas sean sostenibles», aseguraba la responsable de Comunicación de Cogersa, Laura Pérez Macho. Ellos, junto a Festejos y al Ayuntamiento de Siero, pusieron ayer en marcha un proyecto piloto pionero en España «para reciclar los residuos de La Sobatiella». Con esta idea clara, colocaron «más de cien cubos de reciclaje por el prau» e hicieron una labor de concienciación, a la entrada del recinto. «Se lo estamos explicando a la gente y les estamos dando toallas hechas con materiales reciclados», indicaba. A lo largo de la tarde, fueron muchos los que separaron sus residuos, aunque bastantes más hicieron caso omiso y continuaron abandonando la basura en el suelo, sin hacer uso de los muchos contenedores.