Un gran centro temático sobre la sidra

En sus 70 años de recorrido, la sidra naveta de El Piloñu ha pasado de ser una de las marcas más tradicionales de la región a convertirse en un referente de innovación cuyo buque insignia es la sidra desalcoholizada que también venden pesos pesados del sector como Trabanco o Fanjul. El llagar desarrolla además en la actualidad un modelo de comercialización que llega directamente al consumidor y en el que la piedra angular del proyecto se situará en un gran centro temático de la sidra y sus derivados, en el que no faltará actividades y realidad virtual, que la empresa familiar está construyendo en Oviedo. Y como primer paso, su cabeza visible, Ramón 'Monchu' Viña, ha decidido volver a la escena pública con un caldo de Etiqueta Negra para presentar la nueva cara de la empresa en el Festival de la Sidra naveto, «que dicta sentencia».

Todo comenzó, recuerda Viña mientras paseaba por el llagar a principios de los años cincuenta, pero no fue hasta 1978 que El Piloñu se traslada a sus actuales instalaciones en la calle La Santina. Allí, con seis prensas hidráulicas y una capacidad de 900.000 litros en toneles de madera y fibra se elabora la sidra. No hubo novedades en la empresa familiar hasta que en 2003 falleció Aurelio Pérez y la responsabilidad del lagar recae en su hijo Luis.

Es él, con la ayuda de su sobrino, quien comienza el proceso de modernización y tecnificación del llagar: «Así se permitieron sacar una variedad de sidra completamente novedosa: la sidra sin alcohol», explica entusiasmado.

Ya en 2020, es este sobrino de Luis, quien toma el relevo en El Piloñu. «Ahí había que decidir si se vendía o se tiraba adelante con ello», recuerda. Se trata de la tercera generación y «fiel a las enseñanzas de su tío y su abuelo» decide «tomar el camino de la innovación» con un novedoso sistema de producción que recibe el nombre de «elaboración cognitiva». Este, persigue la consecución de un producto con «unas características organolépticas predeterminadas e irrepetibles». Surgen así la sidra natural José «simpática, divertida y para todos los públicos, como era quien le dio nombre, un ser cercano que falleció por covid», la Estiqueta Negra El Piloñu e Isidra, la primera sin alcohol de Asturias.

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