«Por las noches me cuesta dormir»

El retraso de la construcción de las treinta siete viviendas de Pumarabule, en Siero, hasta el verano del año que viene, está causando una constante «incertidumbre» entre los vecinos que siguen sin conocer las condiciones económicas que supondrá su realojo en los nuevos hogares. La empresa pública Viviendas del Principado de Asturias (Vipasa) está construyendo las nuevas viviendas para la reubicación de las familias que, desde hace más de diez años, conviven con multitud de grietas y deficiencias en los cimientos de sus hogares que, aseguran, «cada día van a más»: «Si llego a saber las deficiencias que tenían estos edificios no se me hubiese meterme nunca en una reforma de la casa», señaló una de las vecinas afectadas, Mercedes Ponzano. «Por las noches me cuesta dormir en casa porque tengo miedo de que se pueda venir abajo, nos engañaron bien engañados», abundó.

Concretamente, el edificio número 19 de la barriada de Pumarabule sufre grietas en sus cimientos, debido a la superficie arenosa sobre la que está edificado. Algunas de ellas, han llegado a separar varios centímetros algunos de los muros de los sótanos. «El suelo se está separando de los cimientos y tenemos los sótanos hundidos, no vamos a esperar a que las nuestras casas se derrumben, tienen que terminar las nuevas casas de una vez».

Otra de las vecinas afectadas, Covadonga Martínez, aseguró que el principal problema reside en el desconocimiento: «No sé en cuanto dinero está tasada mi vivienda ni cuánto me van a cobrar por las nuevas por lo que estoy muy confusa e intranquila por el futuro». «Voy a esperar al mes de marzo, que s cuando el Principado se comprometió a contarnos las condiciones, pero, mientras tanto, no sé qué hacer».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos de La Malpica de Carbayín, Víctor Fernández García, se mostró descontento con la administración regional: «Nos están dando largas y ni siquiera nos explican qué régimen van a tener estas viviendas, cuánto vamos a tener que pagar y en qué condiciones. No se puede llegar quince días antes diciéndole a la gente que tiene un plazo para decidirse, sin conocer las condiciones», criticó.

Hace varios meses, los vecinos también se quejaron de la localización de las nuevas viviendas ya que uno de los bloques se encuentra a escasos dos metros de un muro de arena que, constantemente, recibe grandes cantidades de agua y que según expertos en geología corre riesgo de desprenderse.

Fernández García destacó que fueron los propios vecinos quienes se dieron cuenta de que la loma se encontraba muy cerca de las viviendas y aseguró que, por el momento, «nadie ha tomado ninguna medida para resolver el problema». «Como tengamos que esperar lo mismo que con las viviendas, para que se tome alguna medida, el talud las va a enterrar», ironizó el presidente.