Imagen de archivo del trabajo de los técnicos de Locus Avis en un tejado de la ciudad.

Las gaviotas, primera especie que obligó a tomar medidas estables

La presencia de estorninos también llevó al Ayuntamiento a realizar contratos para evitar sus molestias en varios puntos de la ciudad

F. DEL BUSTO

Lunes, 16 de junio 2014, 00:50

Las nuevas plagas de la ciudad ya no sólo obligan al control de ratas e insectos en las aglomeraciones urbanas. Los nidos de gaviotas son uno de los nuevos problemas que han obligado a los diferentes ayuntamientos a establecer programas periódicos para evitar sus nidos.

Publicidad

En el caso de Avilés, la necesidad de frenar la población de gaviotas obliga a un contrato anual desde 2005 y que, desde entonces, ha provocado la disminución del censo de aves en un 35%. La empresa Locus Avis ha sido la adjudicatoria de los contratos que se han venido renovando para controlar a las aves.

La introducción de las gaviotas en el ambiente urbano se ha traducido en diferentes molestias para los vecinos. Desde la suciedad provocada por sus excrementos al ruido causado por las crías y que alimentó más de una noche de insomnio y malestar en los vecinos afectados.

A ello se unen las molestias en las terrazas hosteleras, donde esta ave carroñera no tenía ningún inconveniente en ir a por la comida que se ofrecía. A ellos se unen riesgos de salud pública por la posible difusión de enfermedades en un ave que anda con frecuencia entre basura y se alimenta de ella.

Las primeras campañas de control de las gaviotas se focalizaron en el centro de la ciudad, donde aparecían la mayor parte de los nidos. Sin embargo, al inicio de este año se confirmaba su presencia en los barrios, especialmente en El Carbayedo, aunque también se detectó su llegada a Miranda y en el norte de Avilés. Queda por ver la distribución del censo de gaviotas en el presente ejercicio y saber si se consolida su presencia en diferentes puntos de la ciudad.

Publicidad

El control de las gaviotas también ha visto reforzado su éxito por las medidas de prevención puestas en marcha hace ocho años en el Centro Integral de Tratamiento de Residuos de La Zoreda-Serín.

De esta manera, desde Cogersa se frenaba lo que representaba una gran fuente de alimentación para las gaviotas y que explica su masiva presencia en el centro de Asturias, incluso en municipios alejados de la costa.

También los estorninos

La gaviota no es la única ave que ha obligado a tomar medidas de control al Ayuntamiento. La emigración de estorninos y su presencia en el parque de Ferrera también provocó una respuesta municipal.

Publicidad

En este caso, la bandada de cientos de estorninos causaba molestias a los vecinos de la calle de El Marqués por su ruido. Además, su presencia imposibilitaba el estacionamiento de los vehículos bajo los árboles que ocupaban y que daban sombra a citada vía. El conductor estacionaba correctamente bajo el árbol sin que hubiese presencia de los estorninos y, al regresar horas después, encontraba su vehículo totalmente blanco por las deposiciones de los cientos de pájaros que habían regresado al árbol.

En este caso, el Ayuntamiento contrató a un experto que, mediante un mecanismo de ultrasonidos, ahuyentaba a la bandada. El efecto era prácticamente inmediato y, además, la bandada no regresaba al lugar, por lo que no era necesario repetir la campaña.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad