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Vista de la cantera La Esperanza, donde los intermediarios situán el proyecto que desmiente Barrick.

Los intermediarios aseguran que el proyecto de Corvera está «al 98%» y la empresa lo vuelve a desmentir

El empresario José Caamaño afirma que «los ingenieros me ofrecieron participar como gestor y acepté, pero no me pidieron ni un euro»

José Fernando Galán

Miércoles, 19 de agosto 2015, 03:03

«Estoy perplejo», manifestó ayer el constructor gallego afincado en Avilés José Caamaño Canosa, el intermediario que plantea construir una fundición de cobre en Corvera, tras leer el desmentido que a través de LA VOZ DE AVILÉS hizo público Barrick Gold Corporation, la empresa minera canadiense que según trasladó Caamaño al Ayuntamiento y a la propiedad de la cantera de Corvera donde se ubicaría la fundición,está detrás del proyecto.

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Barrick lo niega de forma rotunda. «Ni estamos, ni hemos estado ni tenemos previsto participar en iniciativa empresarial alguna en España. Creemos que puede tratarse de una actividad fraudulenta», volvió a reiterar ayer a este periódico Andy Lloyd, vicepresidente de la referida multinacional, líder mundial en extracción de oro. La de cobre es una actividad secundaria.

Mientras, Caamaño sostiene que el proyecto «está al 98%» y señala a dos ingenieros asturianos como únicos intermediarios con Barrick.

«Ellos me ofrecieron el proyecto, lo consideré interesante y acepté participar únicamente como gestor. Me he gastado mucho dinero en desarrollarlo, pero nadie me ha pedido nunca un euro. Tampoco he tenido el menor contacto directo con Barrick, solo con los ingenieros, casi siempre por correo electrónico, y los tengo bien guardados. Ellos eran los únicos intermediarios», recalcó Caamaño, aparentemente sorprendido ante el categórico desmentido de la multinacional minera canadiense. «Soy el primer interesado en aclararlo todo, estoy más disgustado que nadie. Estoy asustado», dijo al respecto.

Los dos ingenieros aludidos se reunieron en tres ocasiones con el alcalde de Corvera, Iván Fernández, para plantearle el proyecto. Sus nombres, Luis Suárez y José Luis Colao. Este último «es el que lo lleva todo. El día que el alcalde lo hizo público se enfadó mucho y hoy (por ayer), después de leer la noticia del desmentido me puse en contacto con él. Me dijo que era normal que Barrick lo negase, que no iba a admitir públicamente su participación hasta que estuviese completamente cerrado y que el periódico no se había puesto en contacto con la persona indicada», señaló Caamaño.

LA VOZ se habló ayer con José Luis Colao. «Yo no tengo nada que decir, pregúntenle a Caamaño y al alcalde», dijo con tono seco antes de colgar bruscamente el teléfono, que un minuto después ya estaba apagado.

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Según avanzaba la conversación Caamaño fue tranquilizándose y aparcando sus reticencias iniciales. «Lo que me ofrecieron era un trabajo muy gordo, tanto, que abrí una sociedad para no mezclarlo con otros». Con sede en la plaza de Venezuela de Bilbao y constituida el 15 de junio con un capital de 3.000 euros, se denomina Chilena de Minerales y él figura como administrador único. «Llevo más de un año trabajando en este tema, le he dedicado mucho tiempo y mucho dinero», recalcó. Unos 50.000 euros, según ha podido saber este periódico.

El primer paso era encontrar el terreno idóneo para instalar la fundición de cobre. Con tal fin «mantuve contactos con varias instituciones», entre las que figuran la Xunta de Galicia, el ayuntamiento de Noreña o la Autoridad Portuaria de Avilés, «pero los terrenos que me ofrecían o bien no tenían los metros cuadrados necesarios o bien precisaban una tramitación administrativa que podría prolongarse años, y ellos -los ingenieros- tenían mucha prisa».

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Así fue como llegó a Solís, a la cantera La Esperanza, un terreno que al contrario que los anteriores sí se adapta a las exigencias. Por su superficie, más que suficiente para albergar los 65.000 metros cuadrados que ocuparía la instalación, por su ubicación, próxima a la red de autopistas y a los puertos de Avilés y Gijón, y muy especialmente por su catalogación urbanística, suelo industrial, definición que allana el proceso administrativo. Caamaño se puso en contacto con la propiedad, vinculada a la empresa Asturmasa, y con el alcalde, Iván Fernández. Hubo cuatro reuniones en total. En dos de ellas estuvieron presentes tanto los representantes de la empresa como Caamaño y los dos ingenieros, Colao y Suárez.

A estas alturas el rumor sobre la posible instalación de una fundición de cobre en Corvera se extendía por Solís, y el alcalde decidió hacer público lo que había esta ese momento: el interés mostrado por un grupo inversor en instalar una fundición de cobre respaldada nada menos que por Barrick Gold Corporation.

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Los números eran importantes, 90 millones de inversión, 2,5 para el Ayuntamiento por impuestos y tasas a la hora de presentar el proyecto, más otros 200.000 anuales en concepto de los correspondientes tributos, construcción de una rotonda en la carretera general y lo más importante, 200 puestos de trabajo.

El proyecto fue cogido con pinzas desde el primer momento en los ambientes políticos, industriales y sindicales de la comarca, escepticismo que quedó avalado por la noticia adelantada ayer por este periódico. «Lo siento, pero esto nada tiene que ver con Barrick Gold, puede tratarse de una actividad fraudulenta», advirtió Lloyd, palabras que ayer ratificó. Incluso dio un paso más allá al decir que la multinacional minera canadiense no tiene ningún negocio en expectativa en España.

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