El intermediario del proyecto de Corvera dice ahora que hubo un malentendido

José Caamaño Canosa, el intermediario que plantea construir una fundición de cobre en Corvera, dice ahora que la empresa que está detrás del proyecto no es, como aseguró en un principio, la canadiense Barrick Gold Corporation, sino la chilena Compañía Minera Zaldívar, participada en un 50% por Barrick , y atribuye la confusión a «un malentendido. No tenemos nada que ver con Barrick», añadió ayer Caamaño, que ratificó que el proyecto que presentó al Ayuntamiento de Corvera y a la propiedad de la cantera La Esperanza, en Solís, donde se ubicaría, «sigue adelante».

La 'rectificación' se produce después de que Barrick, multinacional minera que focaliza su negocio en el oro, desmintiese a través de LA VOZ DE AVILÉS cualquier participación en el proyecto, que asegura desconocer por completo, y advirtiese que podría tratarse de un fraude. Se da la circunstancia de que la Compañía Minera Zaldívar era íntegramente propiedad de Barrick, a través de Barrick Sudamérica, hasta el pasado día 31 de julio, cuando se anunció la venta de la mitad del negocio a otra compañía chilena, Antofagasta. Caamaño, que opera junto a dos ingenieros, Luis Suárez y José Luis Colao, asegura que Barrick «se va a salir del grupo. Todo está aclarado, aquí no hay ningún timo».

Caamaño afirma que a última hora del martes recibió finalmente la llamada que esperaba y dado su tono, que al contrario que la víspera transmitía ayer tranquilidad y seguridad, el mensaje debía ser el esperado. Procedía, siempre según sus palabras, no de Canadá, como esperaba, sino de Chile, de la referida mercantil. «Me lo explicaron todo y me dijeron que ser iban a poner en contacto con el Ayuntamiento, para exponerles la situación. En cuestión de dos o tres días todo va a quedar absolutamente aclarado y vamos a dar una rueda de prensa o a emitir un comunicado. No va a haber ningún problema, el proyecto sigue adelante», recalcó.

Lo único que Caamaño ha presentado hasta ahora al ayuntamiento es una carta de subrogación firmada por Rodrigo Benítez Pereira, quien se presenta como consejero delegado de la Compañía Minera Zaldívar. En la fecha en la que está datada la carta, el pasado 14 de julio, por tanto antes de que se vendiera la mitada a Antofagasta, tal nombre no figura en el organigrama directivo de la empresa, en el que aparecen doce gerentes de área y uno general, Leonardo González.

En dicha carta, la Compañía Minera Zaldívar cede a Chilena de Minerales, empresa constituida el pasado mes de junio en Vizcaya por Caamaño, el desarrollo técnico para la ejecución de una fundición de cobre, sin mencionar la ubicación. Los términos Asturias, Corvera o Solís no figuran. Ni siquiera España.

Dice textualmente lo siguiente: «En fecha 20 de junio de 2015, mediante contrato mercantil de ejecución de obra, se adjudicó a Chilena de Minerales S. L., de nacionalidad española, la construcción de una planta para fundición y procesamiento de cobre catódico de alta pureza. El desarrollo técnico para la ejecución del citado proyecto, las obligaciones derivadas de todos los organismos públicos, el contrato de arrendamiento de las tierras donde se ubique el horno de fundición y la planta de procesamiento, las subcontratas que intervengan en la construcción y demás responsabilidades de tipo económico en que incurra Chilena de Minerales, derivadas de la realización de la obra contratada, serán avaladas por la compañía Minera Zaldívar, Barrick Sudamérica y Barrick Gold Corporation». Hasta aquí la carta.

El desmentido de Barrick, la irrupción de la Compañía Minera Zaldívar, la venta de la mitad de esta empresa a Antofagasta, la carta de subrogación y el hecho de que el nombre de la persona que se presenta como consejero delegado ni aparezca en el organigrama directivo de la empresa, alimenta aún más la ceremonia de confusión creada en torno al supuesto proyecto de Corvera. Es más, el nombre de Rodrigo Benítez Pereira ni tan siquiera suena a los empleados de la mercantil chilena, según constató ayer mismo LA VOZ DE AVILÉS.

La actividad de la Compañía Minera Zaldívar abarca todas las etapas de la actividad minera, desde proyectos en desarrollo a minas en operación y en proceso de cierre. Una de sus iniciativas empresariales más importantes es la denominada operación Zaldívar, una mina de cobre a cielo abierto ubicada a 3.000 metros de altitud ubicada en Antofagasta, región en la que tiene su sede.

«Barrick y Antofagasta trabajarán juntos para maximizar el valor de la mina Zaldivar», se proclamó el día en que la multinacional canadiense anunció la venta de la mitad de la Compañía Minera Zaldívar. El proceso, recién iniciado, no culminará hasta finales de año, y el acuerdo recoge que el consejo de administración estará formado por seis directores, nombrados a partes iguales por Barrick y Antofagasta. En la comparecencia en la que se hizo pública la venta ninguno de los representantes de las empresas, Kelvin Dushnisky y Diego Hernández, respectivamente, hicieron ninguna mención a ampliar al exterior las operaciones de la Compañía Mienera Zaldívar.

Conocido en Avilés

En cuanto al proyecto de Corvera, Caamaño aseguró el martes que estaba al 98%, a expensas únicamente de que se concretase un presupuesto, «dado que el que nos ofrecieron nos parece un poco alto». También que él, como constructor, solo se encargaba de la gestión, que nadie le había pedido nunca «un euro», que había invertido mucho tiempo y mucho dinero y que a partir de esa llamada él iba a ser el único intermediario con Barrick. Hasta entonces, aseguró, nunca había contactado directamente con la multinacional minera canadiense, aspecto que correspondía a los dos mencionados ingenieros, «que también han trabajado mucho. Ya han elaborado el plan especial y los proyectos de construcción y urbanización», añadió.

Natural de Galicia, Caamaño no es un desconocido en Avilés, donde ha desarrollado proyectos vinculados a la construcción. Lo mismo podría decirse de los dos ingenieros, que igualmente han realizado trabaJos para empresas asentadas en la comarca. Ellos serían, siempre según la versión que ofreció el martes Caamaño, quienes les habrían ofrecido participar en la construcción de la fundición de cobre, y al considerarlo interesante constituyó ex profeso Chilena de Minerales, de la que es el administrador único.

Caamaño y los dos ingenieros también ejercen de intermediarios en el proyecto que prevé construir un gran polígono industrial en Castrogonzalo (Zamora), desarrollado con dinero ruso procedente del petróleo a través de una empresa madrileña.