Bonito del Norte para todos los paladares
El trailer de Alimerka muestra diversas preparaciones del preciado túnido que los asistentes pudieron saborear mientras los más pequeños se entretuvieron jugando
Recetas con degustación posterior para los mayores y juegos para los más pequeños. Un combo ganador que Alimerka llevó a ayer a la plaza de Pedro Menéndez de Avilés en el trailer en el que celebra y promociona la llegada del Bonito del Norte en coincidencia con el verano. Se trata de una iniciativa itinerante que comenzó su recorrido el pasado martes en Oviedo y que los próximos días visitará también Gijón, León y Valladolid.
La cocinera e 'influencer' Reyes de Vicente y el responsable de Pescaderías de Alimerka, Armando Prendes, en labores de ayudante de cocina, elaboraron en directo unas quesadillas de Bonito del Norte con guacamole y salsa de yogur, un maki de Bonito del Norte y aguacate, un 'poke bowl' de Bonito del Norte y, para que no se dijera que todo eran preparaciones de otras latitudes, también se cocinó un rollo de bonito a la asturiana.
Prendes explicó que la campaña de Bonito del Norte «es una de las más importantes para Alimerka, que lleva 27 años consecutivos apoyando y promocionando este producto excepcional. Su sabor, frescura y fuerte arraigo en la tradición estival lo convierten en un referente que también es clave para el sector pesquero».
El arraigo quedó claro porque los asistentes al taller siguieron con atención las indicaciones de la cocinera mientras los más pequeños se entretenían con juegos de ocio y dibujos en la zona de la entrada. Dibujar tenía, además, un aliciente muy especial. Valeria del Cueto, de 10 años, con un dibujo influenciado por el manga, tenía claro que su intención era «ganar el concurso de un viaje a Eurodisney». Estuvo de pequeña, pero ya no se acuerda y, además, podría ser el premio por su gusto por Avilés. Fue ella la que trajo a los abuelos a la ciudad desde Oviedo, donde viven. «Siempre quiere venir. Le encanta el Parque de Ferrera», justificaba su abuelo Carlos del Cueto mientras su esposa tomaba nota de las recetas con bonito aunque «ya lo cocina riquísimo».
Cecilia Arbesú, de 9 años, también sabía lo del sorteo, pero se entretenía con un puzzle mientras su madre seguía el taller de cocina.
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