La costera del bonito concluye hoy a medianoche tras agotar toda la cuota

La semana pasada, la flota española rozaba el 94% del consumo de la cuota asignada para la captura de bonito. De esta manera, se esperaba que esta semana la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación anunciase el cierre de la pesquería. Así fue, y ayer mismo se recibió la confirmación del cierre para la media noche de hoy, martes. A partir de la media noche de mañana, 19 de agosto, no se podrá pescar más bonito blanco o bonito del norte, en una orden que también afecta a la pesca deportiva y náutica.

La notificación ha sido recibida con toda la flota en la mar, donde apurarán sus opciones antes de regresar a sus puertos. En el caso de las descargas de Avilés, 2020 no ofrece buenas cifras a pesar de los buenos inicios.

Como se recordará, el pasado 1 de junio, la costera del bonito se abría en Avilés con un precio récord de 350,60 euros para el campanu del Cantábrico. A partir de ahí, las cotizaciones no lograron mejorar los registros del año anterior.

Así, junio y julio cerraban con 1.050.329,47 kilos descargados en Avilés por un valor de 3.128.695 euros. En julio, los temores ya comenzaban a circular entre la flota que veía como a mediados de mes ya habían consumido el 40% de la cuota asignada a España. Queda por conocer los datos de agosto, pero teniendo en cuenta que solo habrá quince días de actividad, todo apunta a que estará lejos de las cifras del pasado año, cuando el bonito representó unas ventas de 6,5 millones de euros en la lonja avilesina, donde se descargaron 1.643.488 kilos.

El precio medio ha caído en un euro en un año, al pasar de 3,96 euros en 2019 a 2,97 en los dos meses de este año. Existen diferentes razones para explicar este comportamiento. Por una parte, numerosas capturas se han realizado hacia el este, con lo que los barcos preferían descargar en Cantabria y el País Vasco para ahorrarse una marea y poder seguir faenando, lo que ha perjudicado a las ventas en la lonja avilesina.

Cambios en el mercado

Las nuevas tecnologías han cambiado también las formas de vender y, salvo intereses muy concretos, los barcos no tienen problema en descargar en diferentes puertos después de cerrar los precios con los distribuidores.

Además, la crisis del coronavirus dinamitó las ventas para la hostelería, un sector que se va recuperando de manera irregular y con timidez, lo que también influye en las cifras finales.

El cierre de la costera del bonito siempre produce el mismo malestar en el sector pesquero que, al contrario que en otras actividades, sufre un castigo por parte de las políticas europeas de medio ambiente. Así, mientras la flota asturiana captura con artes respetuosas con el medio, la flota francesa e irlandesa seguirá consumiendo su flota mediante arrastre, lo que significa que capturará bonitos con artes agresivas para la mar.

Tras el cierre de esta costera, el sector pesquero ya solo cuenta con la campaña de Navidad como principal baza para salvar un año que está siendo malo en ventas. La única alegría es que los precios de los combustibles no se han disparado, lo que permite mantener controlados los costes, pero el cuadro general no está para lanzar cohetes de alegría.

La costera de anchoa fue explosiva. Se concentró en mayo, con 892.243 kilos pescados que en Avilés se vendieron por un importe total de 1.279.802 euros, una cifra similar a la de 2019, en el que la lonja avilesina registró ingresos por valor de 1.247.191 euros, pero con un menor número de capturas, en concreto 665.071 kilos, lo que evidencia que la media de los precios ha descendido.

La situación no ha sido mejor en la campaña de la xarda, en 2019 se vendieron 2.462.539 kilos por importe de 3.588.607 euros y este año las cifras han sido peores: 1.132.368 kilos por un importe de 1.203.943 euros.