Sporting de Gijón en 1972. Arriba Castro, Paredes, Redondo, Panchulo, Pascual y José Manuel. Abajo: Megido, Quini, Fanjul, Valdés y Churruca.
Recuerdos del deporte

El trío ofensivo del Sporting que salió de La Toba

Megido, Quini y Churruca fueron punta de lanza rojiblanca entre los años 1971 y 1975

Alberto Rendueles

Lunes, 28 de julio 2025, 07:41

La importancia de la creación de la Escuela de Fútbol de La Toba, a mediados de los años sesenta, resultó vital tanto para la cantera balompédica local como para otras formaciones y selecciones de ámbito regional y nacional. Y el más beneficiado fue el Sporting de Gijón, quien durante casi dos décadas tuvo en el centro de Llaranes su principal centro de formación de jóvenes promesas.

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Fruto del convenio de colaboración que los rojiblancos mantenían con el Club Deportivo Ensidesa se llegaron a dar situaciones que dieron gran prestigio al trabajo que a lo largo de los años realizaron los técnicos avilesinos. Y una de esas se observó entre los años 1971 y 1975 cuando el ataque sportinguista estaba compuesto por tres hombres forjados en La Toba: Megido, Quini y Churruca. Extremo derecho, delantero centro y extremo izquierda que causaron furor en El Molinón y fueron un quebradero de cabeza para las defensas rivales.

El primero en llegar a la disciplina gijonesa fue Churruca, en el verano de 1968. El veloz extremo vasco había sido fichado por el Sporting un año antes, procedente del Zarauz, y fue cedido al Ensidesa para completar su formación, en un conjunto que mezclaba juventud y veteranía. Una combinación perfecta para aumentar los conocimientos balompédicos, tal como acabaría por confirmarse tanto en Gijón como en el Athletic de Bilbao. Precisamente, con el dinero del traspaso al club vasco se pudo construir la Escuela de Fútbol de Mareo.

Quini y Churruca coincidieron en la primera plantilla del Ensidesa en 1968Megido fue el último en llegar a Gijón y el primero en irse del equipo

En el Ensidesa había coincido con Enrique Castro 'Quini', quien tras una espectacular trayectoria en los equipos inferiores siderúrgicos y tras militar parte de la campaña 67-68 y el inicio de la 68-69 en el primer equipo, se unió a un Sporting en el que ya se encontraba su hermano Chusi Castro. Nada más llegar se ganó el favor del público gijonés hasta convertirse en su mayor leyenda y dejar igual huella tanto en el Barcelona como en la selección española.

El tercero de ellos en llegar a El Molinón fue Alfredo Megido. Un futbolista desbordante, díscolo, pero de una innegable calidad técnica, que se convirtió en un trotamundos del fútbol. A pesar de haber nacido en Andalucía, Megido es hijo de padres asturianos que tuvieron que trasladar al sur del país por motivos laborales de su padre. Pero a los pocos años se instalaron de nuevo en Asturias, en concreto en Avilés. Y, por supuesto, a explotar el joven Alfredo su gran clase en la escuela de La Toba.

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Tras brillar en su etapa juvenil con el Ensidesa, y con tan solo dieciocho años de edad, fichó por el Sporting de Gijón en el verano de 1971. De hecho, su efecto fue inmediato, ya que incluso fue convocado por la selección española absoluta –con gol incluido en el empate a uno frente a Escocia. En 1975 cerró su etapa rojiblanca –en la que logró ser incluso el autor del gol 500 del equipo en Primera División– para iniciar aventura en el Granada antes de incorporarse al Betis, con quien se proclamó campeón de Copa del Rey en 1977. Un paso posterior por el Girondins de Burdeos, Málaga y Hércules pusieron guinda a su trayectoria balompédica.

La primera vez que coincidieron los tres canteranos siderúrgicos en el Sporting de Gijón fue en la jornada inaugural de la temporada 71-72, con triunfo gijonés en Sabadell, con goles precisamente de Churruca. Este fue titular junto a Quini, mientras que Megido sustituyó a Paquito a falta de diez minutos para el final del partido.

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No fue hasta la decimotercera jornada el momento en el que los tres protagonistas formaron juntos en el equipo titular, con derrota por cinco a uno en Las Palmas y un equipo integrado por Castro (Romero, minuto 45); Echevarría (Panchulo, minuto 61), Alonso, Fabián; José Manuel, Hernández; Lavandera, Quini, Megido, Pascual y Churruca. Y ya en la siguiente jornada, a pesar de la derrota anterior, el técnico local siguió apostando por los canteranos de La Toba, ante un Real Madrid que no pudo pasar del empate a uno, gracias al gol de Quini.

Tanto Quini como Churruca y Megido formaron parte de un Sporting de Gijón que se nutrió en los años setenta de muchos otros jugadores con pasado en La Toba y que llegaron a coincidir en la misma plantilla gijonesa. Unos directamente tras haber pasado por los diferentes escalafones de la cantera avilesina y otros por haber sido cedidos por el Sporting para finalizar su formación deportiva antes de dar el salto al primer equipo. Ahí estaban los casos de Chusi Castro, Redondo, Cundi, José Manuel, Juan Valdés o Enrique Morán, que tan bien se entendieron a la vera del río Piles y que dieron brillo a La Toba.

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