Barbón llama a «estar orgullosos del Reino de Asturias, aunque a algunos les produzca alergia»

El Adrián Barbón fascinado por la Historia –el que, de no haberse dedicado a la política, hubiese escogido ser profesor– sacó este viernes a relucir su faceta más didáctica durante su visita a la exposición 'Covadonga, una batalla historiográfica' en la Biblioteca Pública de Asturias, en compañía de la consejera de Cultura, Berta Piñán. La primera de las muestras organizadas por el Gobierno regional en el marco de los fastos del 1.300 aniversario del enfrentamiento que para algunos supone el inicio de la Reconquista y, para otros, poco más que una escaramuza con «argayu» incluido, bromeó Piñán.

El presidente del Principado, por su parte, tiene, al menos, tres certezas, «tres hechos inequívocos que hay que poner en valor como pueblo asturiano», tres verdades indiscutibles. «La primera, que Pelayo existió, porque así lo reconocen incluso las crónicas musulmanas de la época. La segunda, que la batalla existió y hay un consenso mayoritario en que fue en el año 722, y por eso celebramos su 1.300 aniversario. Y la tercera realidad que nadie puede negar es la existencia de una entidad jurídico-política que se llamaba Reino de Asturias». Y eso que «algunos tienen una reacción alérgica cada vez que decimos Reino de Asturias, pero es como se llamaba».

Así que el jefe del Ejecutivo autonómico llamó a «reivindicar esa nueva forma de gobierno» surgida tras la batalla. Y, además, sostuvo que «tenemos que hacerlo con orgullo, porque forma parte de nuestra tradición y de nuestra Historia».

«Yo creo que esto tiene que servir al pueblo asturiano para dar un paso más en la recuperación de su identidad», defendió. Y eso porque, en ocasiones, el presidente percibe que nos cuesta:«A veces, noto excesivos complejos en Asturias a la hora de reconocer esa parte de nuestra Historia que yo creo que es muy importante, porque somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos, y hay que tenerlo claro».

También se sabe a ciencia cierta que «fueron Indalecio Prieto y Belarmino Tomás quienes ordenaron proteger la imagen de la Santina y sacarla de Asturias» a comienzos de 1937, «precisamente para que no sufriera ningún daño», y que la venerada talla «apareció en perfectas condiciones en la Embajada española en París» gracias a los desvelos republicanos. «Eso es así».

Pero, además de albergar a la patrona de los asturianos y constituir «un atractivo turístico de primer orden», hoy «Covadonga tiene una parte espiritual importantísima. Y diría más: no solo espiritual para los que somos cristianos, sino también para los que no lo son. Tiene una representatividad. La identidad de un pueblo está representada en Covadonga. Refleja esa conexión con nuestra propia Historia».

Así que, para el presidente, «no se puede admitir que nadie haga un mitin en un lugar sagrado. Que un creyente haga un mitin en un lugar sagrado a mí, cuando menos, me resulta ofensivo. Hay espacios que no se deben ofender con la política. Quien hace política en los espacios religiosos se confunde y encima ofende a sus propias creencias».

Sobre otras polémicas como si al «Rey Pelayo» lo habían nacido en Cosgaya (Cantabria), Barbón ya le advirtió en su día a su «amigo (Miguel Ángel)Revilla» que «no olvidara que, teniendo en cuenta que aquello luego fue Reino de Asturias, daba igual donde hubiese nacido, porque asturiano era».

Ytampoco se pronunció sobre la fecha exacta del triunfo del caudillo astur frente a las tropas musulmanas: «Pese a que algunos aventuraban que fue en mayo, no se sabe. Desde luego, no fue, como tuve que escuchar en un pleno institucional de una diputada de cuyo nombre no quiero acordarme, el 8 de septiembre».

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