El Circo del Sol levanta su gran carpa en Gijón

Cada función, cada simple movimiento de cada artista del Cirque du Soleil esconde infinito esfuerzo y trabajo. La magia del circo, como la del teatro o la danza, consiste en eso: en hacer que lo difícil parezca fácil. Que sin dejar de ser espectacular, todo fluya con la naturalidad con la que baja el agua del río. Pero, lejos de los ojos del público, hay miles de ensayos, de lesiones, de dolor, de mecánica. El próximo 11 de julio se abrirá a los gijoneses la Gran Carpa de Cirque du Soleil como si siempre hubiera estado aguardando en la explanada de la avenida de Albert Einstein para albergar 'Kurios. Gabinete de curiosidades' y los asistentes se adentrarán en un mundo de perfección, lleno de secretos. Pero este sábado la ciudad pudo ver sus entrañas, comprobó que las grandes obras no se aparecen de la nada, fue testigo del trabajo de un equipo de más de un centenar de personas de 31 nacionalidades que empujó unos 120 postes de soporte para levantar la lona hasta su posición final. Vio elevarse la gran carpa ante sus ojos.

Una carpa que tiene capacidad para unas 2.500 personas. Una carpa cuyo montaje tarda ocho días y el desmontaje tres. Una carpa cuyas dimensiones impresionan: mide 19 metros de altura y 52 metros de diámetro. Una carpa que se sostiene gracias a cuatro mástiles de 25 metros de altura. Una carpa que para mantenerse anclada necesita más de 1.200 estacas que la fijen al suelo. Una carpa, en definitiva, que durante una semana será el hogar de 'Kurios'.

Ante el concejal gijonés de Festejos, Jesús Martínez Salvador, y el presidente de Divertia, Oliver Suárez, el vasco Txibu Gorbea habló por la compañía para explicar que, sin lluvia ni demasiado calor, se dieron «todas las circunstancias para que el trabajo fuera estupendamente». Martínez Salvador aprovechó la ocasión para remarcar que el de este sábado fue «un día importante para el Ayuntamiento de Gijón por estrenar en España este espectáuclo, una gran propuesta cultural en la ciudad y con un gran impacto económico: más de dos millones de euros de impacto directo, 200 personas de contratación directa y miles de personas viniendo a la ciudad a disfrutar de 'Kurios'».

¿Y qué es 'Kurios'? En un pasado alternativo pero familiar, Cirque du Soleil se adentra en el laboratorio mecánico de un científico convencido de que existe un mundo oculto e invisible, un lugar donde aguardan las ideas más locas y los sueños más grandiosos. Una vez que el científico consigue abrir la puerta a este universo de maravillas, el tiempo se detiene por completo y un elenco de personajes de otro mundo invade su gabinete de curiosidades. Llega todo ello, claro, con la garantía que siempre ofrece Cirque du Soleil. Desde su creación en 1984, la compañía canadiense ha hecho disfrutar a más de 400 millones de personas en seis continentes y 86 países. Cuenta actualmente con más de 4.000 empleados, entre ellos 1.200 artistas de 80 nacionalidades.

Tras cuatro décadas «ampliando los límites de la imaginación», Cirque du Soleil Entertainment Group llega a su aniversario «desafiando la realidad, definiendo el entretenimiento e iluminando el mundo a través del arte y la creatividad». Grandes palabras, sobre lo bello y lo hermoso de su trabajo, sobre lo mágico, que, de nuevo, esconden por y para el disfrute puro del inocente público las costuras y engranajes. La mecánica y el esfuerzo que este sábado tomó forma de lona y se elevó en Gijón para mantenerse erguida al menos hasta el próximo 17 de agosto, cuando el show, que es su producción número 35 –ahí es nada–, se despida de Gijón para seguir su viaje incansable.

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