«No necesito dejar de trabajar»

A Concha Velasco (Valladolid, 1939) le toca interpretar últimamente a mujeres serias, de fuerte carácter y dotes de mando. Sin embargo, la veterana actriz no ha dejado de ser la chica ye-ye, «a mí lo que me gusta es hacer reír», explica. A sus 76 años y después de superar una enfermedad grave, se niega a bajar de los escenarios y ahora le toca dar vida a Doña Adela, la directora del hospital en el que se ambienta la segunda temporada de Bajo Sospecha (Antena 3, esta noche, 22.30 horas).

De gobernanta de hotel a directora de hospital...

Además ahora me llamo Doña Adela y en Gran Hotel mi personaje se llamaba Doña Ángela. Yo creo que está hecho adrede por la productora, como homenaje. Para mí ha sido maravilloso que me llamaran para esta serie, cuando vengo a trabajar y veo el elenco me emociono pese a mis 76 años confesados con orgullo.

¿Conocerá el amor Doña Adela?

Hasta el capítulo ocho, que es donde tengo los guiones, ya te digo que no. Y en la vida real, ya lo he dicho muchas veces, tengo bastante con lo que tengo. El otro día fui a ver la nueva entrega de La Guerra de las Galaxias y Han Solo y la Princesa Leia cuando se reencuentran después de tantos años se abrazan, ¡y eso ya es suficiente! Pues yo igual.

Siempre interpreta a mujeres con mucho carácter.

¡Pues fíjate, a mí que lo que me gusta es hacer reír! Se conoce que los éxitos grandes los tengo como actriz dramática.

¿Pone condiciones cuando llega a una serie?

Lo que me gusta es estar bien dirigida y aquí lo estoy. Y otras condiciones A nivel de vestuario pido lo mismo que Diane Keaton, llevar cuello alto y mangas largas para no preocuparme por las arrugas, ¡y me hicieron caso!

¿Siente la admiración de sus compañeros?

Sí, es tremenda. Pero el respeto y el cariño son mutuos. A mí me late el corazón a mil cuando hago una escena con Gonzalo de Castro o con José Luis García Pérez por poner dos ejemplos.

¿Cómo ve a los actores jóvenes?

Todos los actores jóvenes que me he encontrado en esta serie son maravillosos y respetuosos. Hubo una época en la que se decía que los actores jóvenes españoles no sabían hablar, y no es vedad, hablan muy bien y son muy disciplinados. Quizá la que lo pasa peor soy yo porque noto esa admiración.

Desde que superó su enfermedad no ha parado...

Me voy haciendo mayor y llevo cinco años en Cine de Barrio y sigo también con el teatro.

¿Y qué le dicen sus hijos?

¡Qué se enfaden conmigo! Yo tengo la suerte de seguir trabajando cuando a otras personas de mi edad las jubilan o no quieren seguir contando con ellas. En dos meses debuto en teatro con un monólogo sobre los últimos días de Juana la Loca.

¿De dónde saca la fuerza?

Creo que se debe a la genética y a que soy una enamorada de esta profesión. Además no tengo ninguna necesidad de dejar de trabajar, ¿quién va a hacer si no de mayor? Yo, Nuria Espert o Pepe Sacristán. Mientras sea capaz de memorizar los textos y decirlos bien no tengo por qué dejarlo.

¿Qué series no se pierde?

Velvet, me encanta y encima está Manuela Velasco, mi sobrina. La pena es que haya terminado así. También veo Cuéntame desde que empezó, Águila Roja y El Ministerio del Tiempo.