Un arranque de récord para el Unicaja Oviedo

Cada temporada que pasa se acaban los calificativos que se le pueden dar al Unicaja Banco Oviedo, un conjunto que todos los veranos debe afrontar el complicado mercado de fichajes con el handicap de contar con uno de los presupuestos más bajos de la categoría.

En una de las ediciones de mayor nivel de la LEB Oro, con la presencia de equipos históricos como el Estudiantes o Gipuzkoa, o potenciales económicos como Granada, Castellón, Palencia, Coruña, Girona, Melilla y Alicante, el conjunto ovetense firma su mejor arranque liguero desde que milita en la segunda división del baloncesto nacional.

Tras cumplirse el primer cuarto de la fase regular los azules firman un balance de siete victorias y dos derrotas, lo que les sitúa cuartos de la tabla a un triunfo del líder Estudiantes.

Estos registros mejoran los firmados en las campañas 2013-2014, la del debut en la LEB Oro, 2015-2016, y la inolvidable temporada 2016-2017, en la que el conjunto carbayón logró el que es hasta la fecha único título del baloncesto asturiano, la Copa Princesa de Asturias. Unos años en los que a la novena jornada el casillero ovetense contaba con seis victorias en su haber.

El camino recorrido en este mes y medio de competición no ha sido fácil para los azules, ya que tuvieron que lidiar con el mal de las lesiones, viéndose afectados Hervé Kabasélé, Alexis Bartolomé, Andrew Kostecka, y más gravemente Marc Martí, quien dijo adiós a la temporada en la tercera jornada.

Esto obligó al club a acudir nuevamente al mercado, donde Héctor Galán sabe encontrar auténticas joyas que encajan a la perfección en las necesidades de la plantilla, y más importante, en los márgenes de sus apretadas y limitadas arcas.

Así llegaron Jeff Xavier, el extranjero con más partidos en la LEB Oro y recientemente Anthony Elechi, quien todavía no se estrenó.

Aunque el discurso que se proyecta desde el seno del equipo es el ir partido a partido, y tener como principal meta la permanencia, a ninguno de los aficionados que acuden fielmente a un Pumarín que el año pasado se sintió huérfano de sus seguidores se le escapa la posibilidad de vivir, nueve años después, un nuevo ascenso. En esta ocasión a la máxima división del baloncesto nacional, algo por lo que el baloncesto asturiano sueña desde hace más de una década.

Para conseguir esa meta al Unicaja le quedan todavía varias etapas, la próxima el domingo 5 de diciembre, recibiendo en Pumarín a otro 'gallo', el Gipuzkoa.

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