McDonnell completa el juego interior del Unicaja Oviedo

El décimo hombre en sumarse al grupo, y cuarto fichaje para esta campaña, es el ala-pívot Sean McDonnel (Encinitas, 1995).

La pasión por el baloncesto al americano le viene de su padre, quien fue jugador, y uno de sus ídolos era Kobe Bryant, de ahí que siempre luzca el número 24 en su camiseta.

Sin haber tenido la oportunidad de jugar en la NCAA, McDonell tuvo que decantarse por la NAIA, la liga universitaria americana para universidades pequeñas, donde jugó tres años con el Westmont Warriors.

Con el fin de su época universitaria le surgió la oportunidad de cruzar el Atlántico para hacer su debut como profesional en España. Fue en la temporada 2017-2018, con el Cantaires de Lebre-Delta de Liga EBA.

En esa misma categoría repitió al año siguiente, pero con el Ciudad de Ponferrada, equipo con el que logró el ascenso a LEB Plata, y en donde se convirtió en uno de sus referentes.

Sus buenos números en Ponferrada, donde repitió en la 2019-2020, llegando a ser varias jornadas el MVP de la LEB Plata, le valieron para dar el salto a la segunda división del baloncesto nacional con el Palma.

Bajo las órdenes de los técnicos Álex Pérez y Pau Tomàs, McDonnell disputó un total de treinta partidos en su estreno en la LEB Oro, firmando el jugador norteamericano unos registros de 8,2 puntos y 2,7 rebotes.

Sobre su nueva apuesta, Héctor Galán destaca la polivalencia del ala-pívot. «Es un jugador muy completo, que tiene amenaza de cara, juego en transición, buen defensor, intenso y versátil, pudiendo alternar posiciones», señala el director general de los ovetenses, quien añade «se puede adaptar muy bien al estilo de juego del equipo».

Con la llegada del McDonell, al Unicaja Banco solo le resta una pieza para completar su plantilla. La idea es incorporar a un jugador polivalente en las posiciones de 1 y de 2, es decir, un base-escolta, que pueda aportar puntos al equipo y conducir el balón en ataque.