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t Marcos Suárez flanqueado por Andrea Suárez y María Suárez, entrenadora y directora general del equipo femenino. MARIO ROJAS

El gran salto del Real Oviedo femenino

Ambición. Tras lograr el ansiado ascenso a Primera RFEF, el club ya trabaja en la nueva temporada en una superario categoría

Álvaro Fernández

Oviedo

Sábado, 24 de mayo 2025, 02:00

El Real Oviedo femenino saborea las mieles del éxito. El pasado domingo las azules ponían la guinda a una gran temporada logrando, no sin sufrimiento, el ansiado ascenso a Primera RFEF. «Ya han pasado unos días, y ya hemos asimilado lo que hemos conseguido», asegura la entrenadora Andrea Suárez.

Un empate en la penúltima jornada ante el Racing de Santander en Astillero alejaba al conjunto asturiano del liderato en favor del Europa, conjunto que se llevaba el premio del ascenso directo. A partir de ahí las azules tomaban el camino más largo para tratar de alcanzar el objetivo marcado y para ello debían de vencer al filial del Costa Adeje Tenerife B en el 'play off'.

«Teníamos que alargar dos semanas más el trabajo y les dije, chicas, hay tres equipos que han hecho una gran temporada y nosotras seguimos con nuestro objetivo muy vivo».

«Los objetivos la próxima temporada no pueden ser pobres porque si no te arrastran», afirma María Suárez

Tocaba cambiar la perspectiva rápido y enfocarse en un eliminatoria que fue muy igualada tanto en las islas como en San Claudio y todo se iba a decidir en los penaltis. «Sabes que para jugártela en los penaltis necesitas esa pizca de fortuna que, por suerte, cayó de nuestro», subraya. Saray Vázquez detenía dos lanzamientos y Marina Crespo transformaba el 3-2 definitivo.

Así se fraguaba un peleado y sufrido, pero también merecido ascenso. «Un paso importante para el Real Oviedo», en palabras de la entrenadora y un «orgullo» para la directora general María Suárez, quien recuerda las dificultades que han tenido que sortear para lograrlo.

«Hemos tenido que seguir el camino difícil, hemos tenido que ganarlo en el terreno de juego, superando días malos, resultados adversos, un montón de lesiones y de dificultades», destaca. Un salto de categoría que supone «poder devolverle al club, a la gente que nos ha apoyado y al grupo Pachuca, que es el que realmente está detrás invirtiendo, el proyecto que tiene en Oviedo».

El hecho de haber alcanzado el objetivo marcado supone además un nuevo paso en la integración del fútbol femenino en la estructura del Real Oviedo como recuerda María. «Cuando Jesús (Martínez) vino a vernos jugar dejó claro que para él lo importante era que nos sintiéramos una parte, igual que lo es el masculino, dentro de la entidad», asegura.

En el próximo ejercicio, las carbayonas competirán en la segunda categoría del fútbol femenino nacional. Una Primera RFEF en la que «hay clubes muy importantes que apuestan también fuerte por el fútbol femenino. Es una liga muy competida», destaca la entrenadora. Andrea se marca una meta ambiciosa aunque con los pies en el suelo ya que «en sólo diez puntos puedes estar peleando o bien por descender o bien por entrar en 'play off'». María también traslada su ambición y tiene claro que «los objetivos no pueden ser pobres porque si no te arrastran». Así las cosas apuesta por un proyecto «más ambicioso y más profesional» y luego será la competición la que marque el devenir del equipo.

No hay tiempo para el descanso. Pese a la euforia del momento por el éxito obtenido, el club no está ni mucho menos parado. Desde la entidad trabajan en diferentes aspectos como la adecuación del campo número 1 de El Requexón, que será a partir de ahora el escenario de los partidos del equipo femenino. Un cambio que supondrá dejar atrás la hierba sintética para adaptarse a la normativa de la nueva categoría, y pasar a jugar en césped natural.

La configuración del nuevo plantel para la nueva categoría tampoco está parada. El director deportivo Marcos Suárez trabaja muy estrechamente con Andrea para construir un equipo fiable y que pueda competir con garantías en Primera RFEF.

«Trabajamos diariamente, que creo que es algo muy importante. Cada uno tiene su preferencias pero siempre hemos llegado a un consenso», comenta.

Y es que con la nueva categoría tendrán que confeccionar «otro tipo de plantilla porque seguramente el tipo de fútbol que tengamos que practicar no será exactamente igual que pudimos practicar este año». Para ello llevan «semanas trabajando en un posible escenario de ver qué perfiles podríamos tocar y lo más importante para nosotros fue asentar las bases», explica el director técnico.

Esa estructura del nuevo equipo la conformarán Laurina, Andrea Sordo, Laura Pascual, Vera Rico y Gema Ginés, que meses atrás firmaron su renovación y seguirán un año más vestidas de azul.

«Tenemos futbolistas con con talento y con capacidad para competir en la categoría en la que vamos a estar, y a partir de ahí tratar de reforzarnos con jugadoras que nos puedan dar un pequeño salto de calidad y también experiencia», apostilla Marcos. Luego está la parte menos bonita. La de comunicarles a algunas jugadoras que no serán parte de la plantilla.

El futuro a corto plazo de la sección femenina del Real Oviedo, a juicio de María Suárez, pasa «por asentarlo». El gran reto del fútbol femenino es «conseguir convencer al resto» y el proyecto de este club «se basa en que las profesionales quieran venir, quieran quedarse y cuando estén aquí no quieran irse», sentencia.

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