La plantilla y el cuerpo técnico del Lealtad, único equipo invicto de las cuatro primeras categorías del fútbol español en Liga esta temporada. ARNALDO GARCÍA

Los felices treinta del Lealtad

Samuel Baños dirige a un equipo que rompe los registros de la historia del club | Invictos este curso en Liga, los maliayos encaran mañana en su feudo el crucial duelo ante el Marino, su rival en el pulso por el título

IVÁN ÁLVAREZ

VILLAVICIOSA.

Sábado, 30 de marzo 2019, 01:49

Afianzado en la cúspide de la clasificación desde la tercera semana de competición, el Lealtad se mantiene como el único equipo invicto de las cuatro primeras categorías del fútbol nacional tras disputar treinta jornadas. En la temporada de su estreno al frente del equipo, tras ejercer como mano derecha de Roberto Aguirre el pasado curso, Samuel Baños ha imprimido un ritmo victorioso que le ha permitido superar los mejores números de la historia del club consumidos tres cuartos del campeonato liguero en Tercera.

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«Los chavales tienen mucho mérito porque siguen persistiendo. Independientemente de que se ponga un poco torcido el partido, tienen fe», expone el técnico maliayo, que con el avance de la competición se ha visto obligado a lidiar con esa motivación extra de los adversarios por convertirse en el primero que les derrota. «El cansancio mental también influye, es como el estudiante que siempre saca buenas notas. Desde el primer momento han estado picando piedra», profundiza el exmediocentro, que mañana afrontará en Les Caleyes (12 horas) un choque trascendental para que su equipo pueda entonar ese alirón que otorga el atajo hacia el ascenso a Segunda B.

Su gran rival por el título, el Marino, al que aventajan en cuatro puntos, visita Villaviciosa con el espaldarazo de moral que le otorga un pleno de triunfos en el póquer de choques de marzo, saldado con catorce goles a favor y apenas dos en contra. Los luanquinos acumulan quince jornadas consecutivas sin derrotas que les han mantenido en una carrera por el primer puesto de la que fue descabalgado el Caudal, derrotado en Les Caleyes y en el choque de la primera vuelta de forma contundente en el Hermanos Antuña (1-5).

«Presión por ganar siempre hay, pero ni ganando en Mieres como ganamos ni después cambiamos nuestra mentalidad», asegura Samuel, que con la máxima de inculcar a sus jugadores la importancia de «ser tan humildes como el que más» ha logrado llevar a las vitrinas del club el primer título autonómico de la Copa Federación y mejora el ritmo del cuadro 'negrillo' en las dos temporadas concluidas con Villaviciosa celebrando un ascenso a Segunda B. Con catorce puntos más a estas alturas que el conjunto liderado desde el banquillo por Marcelino García Toral y el que llevaba la firma de Javi Rozada, los maliayos llevan una proyección que apunta a superar el récord de puntuación del club y ya han superado el registro de invicto del Langreo en la temporada 2016-2017, cuando concedió su primera derrota en la vigesimonovena jornada.

El legado de Marcelino

Dos décadas después de la estancia de Marcelino García Toral en el banquillo local de Les Caleyes, su legado sigue presente. Samuel Baños, que pasó dos temporadas a sus órdenes en El Molinón, ha conseguido plasmar esa solvencia defensiva que caracteriza al actual entrenador del Valencia. Javi Porrón y Emilio, los cancerberos del conjunto 'negrillo', han conseguido echar el cerrojo a su portería en diecisiete de los treinta duelos ligueros disputados hasta la fecha. «Evidentemente, con las experiencias que vas acumulando, intentas adquirir lo que más te gusta de uno y de otro. También está la identidad del club y la forma de ser de la gente a la que entrenas», expone el técnico maliayo, a las riendas de un vestuario en el que conviven siete nacionalidades distintas.

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«Es como las relaciones fuera del fútbol, a veces conectas. Somos un venezolano (Medori), un argentino (Losada), un brasileño (Caique), un portugués (Carlos), Saha... toda la gente de aquí y ahora vino un chico de Badajoz (Adri). Tuve la suerte de que son todos muy buena gente y a partir de ahí es todo muy fácil», expone Samuel, que precisa que esa buena sintonía «también se fomenta desde el club» y contribuye a que nadie se crea «por encima de los demás» en una plantilla muy remozada el pasado verano. Apenas continúan en ella tres futbolistas, capaces de ser diferenciales. Del liderazgo desde la portería de Javi Porrón a la velocidad en ataque de Róbert y la creatividad entre líneas de Jorge Fernández.

«La gente está muy unida y eso en los momentos de dificultad está bien, porque te saca de problemas. La plantilla en general es bastante joven. Javi, Jorge y Róbert tienen experiencia en el club en Segunda B, han pasado épocas de menos bonanza y esas situaciones las saben manejar», señala Samuel, que apuesta por la cercanía al jugador en contraposición con el látigo y las distancias marcadas en los roles de los técnicos antaño. «Intento ser de entrenador como soy como persona, porque me sentiría incómodo si fuese contra mi naturaleza. No creo en eso de imponer las cosas porque las digo yo». confiesa.

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«Llevo meses con él, pero parece que llevemos muchos años trabajando juntos. Hace muy buen vestuario», afirma Saha, máximo artillero del conjunto maliayo. «A lo mejor dentro de diez años ya se me olvida, pero les digo siempre que pensaré como un futbolista. Soy como ellos, no necesito ni quiero ninguna autoridad. Al final se trata de convencer de que lo mejor para ellos y para el grupo son determinadas formas de actuar», explica el técnico maliayo, director de orquesta de un Lealtad líder invicto por convicción.

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