Un Segunda llena de ilustres e históricos
Dificultad. El objetivo del ascenso se presenta muy duro para el Sporting y el Real Oviedo en una Liga plagada de grandes clubes
Una Liga cargada de historia. Así es como se presenta la Segunda de la próxima temporada, que arrancará el fin de semana del 18 de agosto con el partido del Sporting en El Molinón ante el Levante y el desplazamiento del Real Oviedo a La Coruña. Los nombres inscritos en la competición asustan. Aunque un transatlántico como el Espanyol haya hecho las maletas para irse a Primera, acompañado del Valladolid y el Leganés, los tres descendidos de la máxima categoría y los cuatro ascendidos tienen solera suficiente para hacer del ascenso un objetivo muy complicado.
Solo hace falta echar un vistazo a los estadios y la masa social de muchos de lo equipos para darse cuenta de que la competición será en este curso de especial dificultad.
Diez de los veintidós equipos que afrontarán esta campaña en Segunda están entre los 25 mejores clubes históricos de Primera División y cuentan con un apoyo en las gradas que supera en muchos casos a los de entidades de la máxima categoría del fútbol español. En ese grupo se inscriben el Sporting y el Real Oviedo, decimosexto y decimonoveno equipo con mejores números en Primera.
Si hay un club que sorprende por sus números es el Deportivo de La Coruña. Su travesía por el desierto de la Segunda B y la Primera RFEF no ha hecho más que unir a una afición que en la pasada temporada llegó a la cifra de 28.346 abonados, con una lista de espera de otros 1.000 que no pudieron conseguir su carné. Riazor, con capacidad para 32.490 espectadores, poco tiene que ver con los campos de Amorebieta, Villarreal B, Andorra y Alcorcón, los clubes que perdieron la categoría.
Esa será una de las tónicas de la Segunda de la próxima temporada: campos más grandes y con un apoyo masivo desde las gradas. El Málaga, otro ilustre que regresó a la categoría de plata tras un año en Primera RFEF, superó el pasado año los 20.000 abonados, mientras que Córdoba y Castellón, los dos que completan la lista de regresos a Segunda, rondaron los 13.000.
A ellos se suman los equipos que cayeron desde Primera. El Granada, que puede dar cobijo a 19.189 personas en Los Cármenes, dispensó el pasado año 17.000 abonos, 1.000 menos que el Cádiz, de vuelta también a Segunda. El Almería se quedó en el entorno de los 10.000. La frustración por perder la categoría puede ser en estos casos un condicionante a la hora de afrontar la campaña de abonados, pero los tres equipos serán aspirantes al ascenso por su poderío económico, respaldado por las normas de la Liga de Fútbol Profesional, que priman sus presupuestos en el primer año en Segunda.
De quien también se espera un notable resultado es del Zaragoza, después de una temporada decepcionante. Con La Romareda en obras, el fútbol convivirá con los trabajos de construcción de un nuevo estadio que llegará a los 43.000 asientos y con el que la ciudad pretende ser sede del Mundial 2030 que organizarán conjuntamente España, Portugal y Marruecos. Un quebradero de cabeza para un club que la pasada campaña superó los 27.000 carnés vendidos.
La larga historia de los clubes que competirán este año en Segunda, sus éxitos pretéritos y la importante masa social de muchos de ellos harán de la categoría de plata una competición más dura aún de lo que fue en la pasada campaña, cuando hasta diez equipos tenían posibilidades de luchar por el ascenso a pocas jornadas del final. Y lo que también deparará es mucho espectáculo en las gradas, con muchos campos en los que, a buen seguro, se superará la asistencia que se registre en estadio de la máxima categoría.
Dos de esos campos serán El Molinón y el Carlos Tartiere. Ambos clubes intentarán que la ilusión generada la pasada campaña, cuando ambos disputaron el 'play off', para seguir viviendo tardes y noches de la máxima intensidad en dos estadios señeros del fútbol español.
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