La construcción prevé dos años de crecimiento aunque con la mitad de empresas que hace 15 años

Aunque es impensable regresar a esos números, el sector ha logrado mejorar de manera paulatina su saldo de empresas y trabajadores desde 2016, y prevé seguir recorriendo la senda de la recuperación, al menos, en 2023 y 2024 gracias a la inyección económica que suponen las partidas del programa Next Generation.

«Este año y el que viene creemos que van a ser positivos porque están empezando a llegar los fondos europeos y la verdad es que se está notando en la inversión», explica el presidente de CAC-Asprocon, Joel García. Se refiere a las licitaciones relacionadas con obra pública y rehabilitación energética, que han proporcionado un balón de oxígeno al sector tras vivir una época de asfixia a causa de la pandemia, que obligó a concentrar los recursos en sanidad y apoyos sociales.

Precisamente, aumentar la eficiencia energética de los edificios es uno de los objetivos del Plan de Recuperación, en línea con lo que dicta la Unión Europea. Una actividad que «está tirando mucho gracias a los fondos» y que ha llevado a empresas de la región a prepararse para acometer este tipo de actuaciones. De hecho, hay compañías «muy punteras» en Asturias dedicadas a la rehabilitación energética. Por fortuna, la construcción lleva varios años «muy estable» y esta inyección de dinero de Europa le hará «crecer un poco más», prevé García.

No obstante, le gustaría que, más allá de estos fondos extraordinarios, el presupuesto regional destinase un porcentaje fijo a obra pública. «Alguien tiene que tomar en cuenta que las infraestructuras hay que mantenerlas, y si dedicas una cantidad estable y la conocemos desde el minuto cero, es mucho más fácil mantener las plantillas, la organización y dar estabilidad al empleo», recalca. Además, el presidente de CAC-Asprocon hace un llamamiento para que los planes generales de ordenación urbana pendientes «se terminen, que no se eternicen, porque hay determinados municipios que pueden tener problemas de suelo y, si no lo hay, se encarece la vivienda».

La patronal estima que con los fondos europeos podrían crearse miles de empleos en Asturias. El problema con el que se encuentran desde hace años los empresarios de la construcción es la falta de mano de obra. A este respecto, García señala que la Fundación Laboral de la Construcción -integrada por CAC-Asprocon, UGT y CC OO- continúa trabajando en este aspecto para intentar atraer jóvenes a un sector que en sus épocas de mayor pujanza fue el soporte económico de miles de familias. Con el inicio del año, la fundación abrió su nueva oferta de cursos, que espera poder cubrir, si bien anteriormente fue imposible ocupar todas las plazas en algunos de ellos.

A juicio del presidente de los constructores asturianos, es esencial «atacar uno de los males endémicos del mercado laboral porque las prestaciones sociales, que tienen que existir, no pueden ser un modo de vida». Los sindicatos coinciden en que el sector no atrae savia nueva, pero por razones muy distintas a las que esgrime la patronal. En este sentido, el secretario general de UGT-FICA Asturias y vicepresidente de la Fundación Laboral de la Construcción, Jenaro Martínez, considera fundamental «buscar fórmulas que lleven a una mayor estabilidad, que es lo que demandan de manera prioritaria los trabajadores a la hora de incorporarse al sector». Una continuidad difícil de encontrar ahora, ya que buena parte de las empresas contratan en función de las obras que va consiguiendo.

Para hacer más atractivo el sector también es necesario, a su juicio, ofrecer «buenas condiciones sociales y económicas, así como en materia de seguridad». Asimismo, Martínez incide en la importancia de la formación y la cualificación de los profesionales -para lo cual la Fundación Laboral de la Construcción es una herramienta «esencial»-, puesto que hay 4.773 desempleados en el sector. En cuanto a las perspectivas, coincide con el presidente de CAC-Asprocon en que son buenas, por lo que espera que el crecimiento de los últimos años «se consolide».

Por su parte, el secretario de Organización de CC OO del Hábitat de Asturias y también vicepresidente de la FLC, Rafael Bravo, es menos optimista y cree que «en dos o tres años no habrá bajada, pero sí estancamiento». La razón que apunta es que, si bien los fondos europeos impulsan la obra pública, la privada «va a ir hacia abajo por la subida de los costes».

Respecto a la falta de mano de obra, lo achaca a las condiciones laborales que ofertan las empresas, muy diferentes a las que había a principios de los 2000, cuando «se trabajaba a destajo», pero con salarios y condiciones dignas que atraían a trabajadores de otros sectores.

Otro factor que frena la llegada de profesionales, según Bravo, es que los cursos que se impulsan desde la FLC «no tienen compromiso de contratación», como tampoco los convenios firmados con la Consejería de Bienestar Social y Cruz Roja «para facilitar la incorporación de personas bien en riesgo de exclusión social», ni lo incluye la propuesta para captar a los militares que acaben su etapa en el Ejército. «Si hay tanta necesidad de mano de obra, lo mínimo es tener un compromiso de contratación de, al menos, un 20% o 30%», apunta el secretario de Organización de CC OO del Hábitat de Asturias.