Duro Felguera centra los fondos del rescate en «dinamizar» la contratación
El 69% del dinero gastado hasta ahora se ha dedicado a los costes derivados de la actividad operativa de la compañía asturiana
El 9 de marzo de 2021, el Consejo de Ministros aprobó otorgar a Duro Felguera respaldo financiero temporal con cargo al Fondo de Apoyo ... a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE). Una partida global de 120 millones de euros para impulsar su recuperación tras los meses más crudos de la pandemia. «El destino de los fondos ha sido priorizar la continuidad de la actividad de la compañía atendiendo a dinamizar el plan de crecimiento en contratación y en ejecución de proyectos, alineándolo con la transición energética y la transformación digital», explica Duro en la información que ha aportado recientemente para justificar el uso de esta partida.
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Como establece la normativa que rige dicho fondo, la ingeniería asturiana debe ofrecer información, de forma periódica cada doce meses. En el caso de grandes empresas, también deben explicar la forma en que la utilización de la ayuda recibida apoya sus actividades, como ha hecho Duro. En concreto, el 69% del dinero gastado hasta ahora -cifra que no se especifica- se ha destinado a costes derivados de la actividad operativa, es decir, los necesarios para llevar a cabo su producción. En este apartado se incluyen, por ejemplo, los pagos a la plantilla y a los proveedores.
El 31% restante se ha empleado en afrontar los pagos no operativos, entre ellos, reembolsos, impuestos, seguros sociales, iniciativas relacionadas con la transición ecológica y digital y obligaciones financieras. Según explicaron este viernes fuentes de la compañía, este desglose no significa que se haya consumido la totalidad de la ayuda percibida. Es más, Duro Felguera cerró el pasado ejercicio con casi 90 millones de euros en caja gracias a la inyección de capital que supuso el rescate. En la primera etapa, en mayo de 2021, recibió dos préstamos de 40 millones de euros en total, uno participativo y el otro ordinario. A mediados de diciembre de ese mismo año, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) aprobó la modificación de su plan de viabilidad y autorizó la aportación de 80 millones a través de un préstamo participativo.
Isastur e Imasa, a la espera
Mientras que la empresa que dirige Jaime Argüelles ya cuenta con la totalidad de la partida desde hace medio año, Imasa e Isastur siguen a la espera. Cada una de estas compañías asturianas ha pedido cada una 25 millones de euros, el mínimo que estipula el fondo. La SEPI trabaja contra reloj para dar respuesta a estas peticiones y las de casi una treintena de empresas más.
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El problema es que el organismo tiene como fecha tope el 30 de junio para finalizar el exhaustivo análisis de las solicitudes. En el caso de las firmas asturianas, las negociaciones están muy avanzadas y se espera que sí puedan salir adelante en las próximas semanas.
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