¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Conrado Feito, Luis García y Bernardino Fernández, ayer, compartiendo mesa en la cafetería que está en las inmediaciones de la fábrica que Danone tiene en Salas. J. M. PARDO

«Esta empresa es lo único que nos queda»

Vecinos y empresarios de Salas advierten del golpe económico que supondría el cierre de Danone. Critican que es consecuencia del abandono de la comarca

ANA MORIYÓN

Domingo, 8 de mayo 2022, 01:50

Asolo unos metros de la planta que Danone tiene en Salas, en la cafetería Arábica, compartían ayer mesa Bernardino Fernández, Conrado Feito y Luis García. ... Ya jubilados, no pueden ocultar su preocupación por el anuncio por parte de la multinacional de echar la persiana en Asturias y advierten de las fatales consecuencias que esto supondría, no solo para los 79 trabajadores directos que hay en la fábrica, sino para todo el concejo. «Es la ruina de Salas. Los empleados se quedan sin trabajo, pero los ganaderos tarde o temprano no tendrán dónde entregar su leche y el pueblo entero se queda sin industria. Esto afecta a todo el mundo», reflexiona Bernardino Fernández.

Publicidad

Lo sabe bien su compañero de mesa, Conrado Feito, intranquilo especialmente por el futuro laboral de su hija, también vecina de Salas y una de las empleadas de la firma, lo que le permitía disfrutar de las ventajas de vivir y trabajar en el mismo pueblo. «Tiene el trabajo al lado de casa, va y viene andando», destaca su padre, quien asegura que muchos de los compañeros de su hija «lloraron» cuando este viernes saltó la noticia. «Quien más y quien menos está pagando un piso o tiene una edad en la que es ya muy difícil recolocarte. Tendrán que marchar del concejo», comenta Feito. «Es un palo para todos», le consuela Luis García mientras observa por la ventana la nave industrial que, desde hace cuatro décadas, es motor económico del municipio.

En el casco histórico del pueblo tampoco se habla de otra cosa. «Danone es el pulmón del concejo. No me puedo imaginar qué pasará si finalmente cierra, pero las consecuencias serán graves. Esta fábrica es lo único que nos queda», señala Antonio Pérez Sierra, carpintero local. Él mismo, relata, se benefició directamente de la presencia de Danone en este concejo porque «estuve viviendo una buena temporada de la reparación de los palés de la fábrica», recuerda. Ahora, dice consciente del alcance de las consecuencias, sigue beneficiándose de la riqueza que genera la empresa en el municipio, aunque sea de forma indirecta. «Si la gente en este concejo no tiene trabajo, no me va a comprar muebles», asume. Y como él, todos los negocios del municipio. «Aquí viene mucha gente de fuera a reparar las máquinas de Danone, a limpiar los depósitos.... y esa gente come en los restaurantes, duerme en los hoteles... No nos damos cuenta de todo lo que mueve Danone en Salas», comenta.

Bien lo sabe Juan Manuel Riesgo, dueño del bar Donde Juan. «La fábrica tiene mucho tirón porque la gente que trabaja en Danone deja dinero en el pueblo. Mis clientes son trabajadores de esta fábrica», comenta con preocupación. La propia firma es clienta directa de Isabel Fernández Marqués, de la ferretería Casa Javier. «Aquí viene todos los días el jefe de almacén por material para el mantenimiento de la fábrica. No son compras a gran escala, que hace a grandes empresas, pero cada día necesita algo: una brocha, silicona... Es uno de nuestros principales clientes», reconoce esta empresaria que, además del perjuicio económico que directamente generaría en su ferretería el cierre de Danone, asegura que sería un «mazazo enorme para el concejo porque nos quedamos sin nada».

Publicidad

Isabel Fernández pide responsabilidades por esta situación y no mira a la empresa, sino a la Administración pública. «La presión fiscal que tenemos en Asturias, los problemas de comunicación que sufrimos en esta zona tan castigada y los problemas de abastecimiento que hubo como consecuencia del argayo no hicieron más que incrementar el malestar de Danone», se queja esta empresaria, quien reconoce que, de alguna manera, el anuncio de cierre «se venía venir».

Leche de Galicia

También denuncia la situación de abandono el ganadero Fernando Marrón, preocupado especialmente por el futuro de los ganaderos de la comarca que surten leche a esta empresa, si bien asegura que la multinacional lleva tiempo «deshaciéndose de los productores locales con los que tenía compromiso» y trayendo leche «según su demanda y sin compromiso desde Galicia, mucho más barata». Marrón reparte las culpas. De un lado se queja de que la empresa no realice ningún esfuerzo para mantener los puestos de trabajo y adopte medidas basadas únicamente en cuestiones económicas y, del otro, acusa al Gobierno regional de dejar morir la comarca. «Parece que lo hacen queriendo para que desaparezcamos. Todo son palos al Suroccidente y, si ahora cierra Danone, nos vamos todos al garete», alerta. «Es la única empresa grande que quedaba en el concejo. Si Danone cierra la gente joven tendrá que marcharse a vivir a otro lugar. La situación aquí es cada vez más difícil y solo quedamos gente mayor», añade Aida Menéndez.

Publicidad

El ambiente ayer en Salas era bastante pesimista. «No es que se vaya a morir Salas, es que Salas ya está muerto. Esto es un golpe más. La situación de este concejo ya es irreversible y está condenado a morir. Lo que cierra ya no vuelve a abrir y los nuevos negocios duran muy poco», comenta Neli González, peluquera en la localidad. «No sé cuál es el porcentaje de trabajadores de Danone que vive en el concejo, pero esto nos afecta a todos. Quien trabaja en Danone come en los restaurantes, compra en las tiendas y, si no son mis clientes directos, seguro que son clientes de mis clientes. Esto es una cadena».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad