«El transporte necesita ayudas reales porque habrá empresas en Asturias que irán a la quiebra»

Ovidio de la Roza, presidente de la Asociación de Empresarios del Transporte de Asturias (Asetra), calcula que el 30% de los 12.000 transportistas de la región no están trabajando por la crisis del coronavirus, bien por que se hayan visto obligados a coger vacaciones o por estar en ERTE.

-¿Se ha recuperado el sector de la actividad perdida por el parón de la economía durante 15 días?

-Sí, se ha recuperado algo porque se reactivó la construcción y mejoró el tema siderúrgico. Pero la actividad ha caído hasta el 60% y muchos kilómetros se hacen vacíos porque hay problemas de retornos (regresos a Asturias sin carga). Como consecuencia de esto, se ha notado una caída de precios espectacular. Los cargadores, que tienen la posición dominante, se aprovechan de que no hay retornos y se trabaja casi a cualquier precio, lo que está llevando a una falta de rentabilidad. Pero esto no va a evitar que sigamos trabajando porque sabemos que es un servicio esencial.

-¿Son muchas las empresas que han tenido que recurrir a un ERTE?

-No, han sido pocas porque al estar trabajando no pueden solicitar un ERTE por causa de fuerza mayor y entonces hay que demostrar la pérdida de trabajo que están sufriendo, y no es fácil. Hasta el momento, las empresas han ido solucionando los problemas puntuales con vacaciones y descansos. Pero, si la situación sigue así, va a haber empresas que no volverán a la actividad, que van a quebrar. Además, es un sector con un 80% de autónomos y pymes, con una media de entre tres y cuatro vehículos por empresa.

-Asetra pidió un protocolo de actuación a Ábalos ante el coronavirus. ¿Les ha respondido?

-No nos han mandado ningún tipo de protocolo. Si bien es cierto que, a partir de nuestras reclamaciones, en la semana del 13 al 20 de abril, el ministerio nos mandó dos mascarillas para cada conductor y esta semana hemos recibido otra partida, con cuatro para cada uno. Tenemos una reclamación histórica que ahora se ha convertido en un problema serio porque están obligando al 60% de las empresas a que los conductores carguen y descarguen. Y para eso hay que tener EPI, con las grandes dificultades que existen para conseguir los equipos de protección individual. El ministerio recomienda que los conductores no participen en esas operaciones, pero es una recomendación y queremos un decreto que lo prohíba.

-¿Ha desaparecido el temor al desabastecimiento de alimentos por parte de la ciudadanía?

-Sí, hay menos tensión. Nosotros hemos dicho desde el principio que garantizamos absolutamente el abastecimiento. En las dos primeras semanas, la demanda de ciertas mercancías creció cerca del doble, pero se ha estabilizado bastante, sobre todo el tema del papel higiénico y los lácteos. En cambio, ha crecido algo la demanda de bebidas, pero no hasta el grado de los primeros días.

-La cifra de negocio en Asturias es menor que la media española. ¿Se acrecentará esa brecha tras la crisis del coronavirus?

-Creo que, en este momento, estamos todas las comunidades más o menos igual. Otra cosa son las características de cada una. Asturias no es una potencia en turismo, pero sí tiene un gran peso industrial, por ejemplo. El comportamiento va a depender de cómo sea la recuperación de los distintos sectores. Si la siderurgia se recupera, vamos a tener una demanda importante. Lo mismo pasa con el metal. En el mejor de los escenarios, como mínimo tardaremos un año y pico en salir de esto. De la crisis de 2008, España salió gracias a la exportación y el turismo. Pero ahora está complicado hacerlo por esas vías. No quiero ser pesimista, pero la realidad está ahí y el Gobierno no nos da seguridades. La incertidumbre es mala para todos, por lo que es muy importante que se despeje lo más pronto posible.

-¿Qué medidas necesita el transporte de cara a la recuperación?

-Lo primero es tener un plan claro, y el Gobierno no lo tiene. Es necesario contar con un calendario aproximado de cómo va a ser la desescalada de los sectores productivos y, sobre todo, del turismo, que influye mucho en el transporte. Y, sin ninguna duda, tener ayudas reales y créditos para las empresas, porque la gran mayoría tienen un enorme problema de tesorería. No es un sector de mucha rentabilidad, entre un 1,5% y un 2% de ganancia sobre la facturación. Tardaremos un par de años en tener una actividad parecida a la de antes de la hibernación y el confinamiento.

-¿La bajada del precio de los carburantes supone un alivio?

-Hace unos días, el precio bajó del euro. Es una caída importante, pero el ahorro para nosotros no es tan grande porque los cargadores ajustan los precios en función del que tiene el combustible. En general, la subida del precio es muy rápida y la bajada, muy lenta. Además, el 55% del precio se corresponde con impuestos. Según varios informes técnicos, esta rebaja será puntual y habrá repuntes en junio y septiembre.