Esto es lo que puedes hacer si, tras el divorcio, tu ex no paga su parte de la hipoteca

Cuando se produce una ruptura matrimonial, mientras se supera el choque emocional, también hay que atender a la parte práctica, es decir, al reparto de los bienes muebles e inmuebles que se tuvieran en gananciales. Es posible que la vivienda sea el más importante: hay que decidir quién se queda y quién se va. Mientras la propiedad no se venda y haya que hacer frente a la hipoteca, las dos partes son responsables de las mensualidades. A continuación, damos algunas soluciones en el caso de que tu ex no atienda a razones, pese a considerarse una deuda solidaria.

No dejes de pagar

Lo más importante es pagar mes a mes, pese a lo dura que pueda llegar a ser la situación. Cuando el matrimonio ha funcionado y las dos partes trabajan, el pago de la hipoteca no supone una gran carga. Al encontrarse solo el escenario cambia, pues se tiene que dedicar el doble de dinero al pago de la casa, además de seguir haciéndote responsable de los otros gastos fijos, como la factura de la luz, el gas o el agua. Si dejas de pagar, el banco reclamará intereses de demora. No olvides guardar todos los justificantes y recibos que demuestren que tú solo te has hecho cargo de la hipoteca.

Seguir una vía amistosa

Habla con tu ex y trata de negociar su parte impagada de la hipoteca. De esta forma evitaréis males mayores y ambos saldréis beneficiados. Estar al día con los pagos con el banco es fundamental para seguir cualquier estrategia que en un futuro queráis poner en marcha.

Si no se llega a un acuerdo

Si tu ex se niega a pagar, no te quedará más remedio que denunciar para obligarle a que lo haga. Para demostrar que tú has seguido cumpliendo con las obligaciones mensuales, deberás aportar como prueba la escritura y todos los recibos, tanto de la mensualidad como de los suministros.

Quédate con su parte

Si tu economía te lo permite, puedes optar por comprar la parte de tu ex. No renuncies a tu casa si lo que quieres es vivir allí y a la otra parte ya no le interesa. Tendrás que hacer una novación hipotecaria, con un cambio de las escrituras, pero la casa pasará a ser totalmente tuya.

Sal de la hipoteca

Puede ser el caso que seas la parte con menos recursos económicos para comprar. La mejor solución es vender tu parte, así recuperarás tu dinero y podrás continuar tu vida sin una carga tan importante como es el pago de una hipoteca. Con el dinero que recibas, también puedes invertir en una vivienda que sí puedas pagar tú solo.

Vended la casa

Atendiendo a las características y ubicación de la casa, conseguiréis vender la casa bastante rápido. Es la solución cuando ninguno de los dos quiere vivir más bajo el techo que compartisteis en el pasado. Una buena idea es recurrir a una agencia y que os ayude a venderla. Cada uno de vosotros recuperaréis vuestro dinero, e incluso sacaréis algo de rendimiento. En definitiva, liberaros los dos de la hipoteca es el mejor escenario, ya que podréis empezar de nuevo sin carga alguna.

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