«Deberían legislar con un pie en el campo y otro en el despacho»
El lunes participa en la V Jornada del Sector Agroalimentario en Asturias, donde impartirá una conferencia sobre las incertidumbres de la actividad
Víctor Yuste defiende, cargado de razones, al sector agroalimentario español. Es el director general del Foro Interalimentario y este lunes -a las 10.30 horas en el Hotel Abba de Gijón- impartirá la conferencia 'El sector agroalimentario en tiempos de incertidumbre'. Esta ponencia se enmarca dentro de la V Jornada del Sector Agroalimentario en Asturias, que organiza EL COMERCIO, y que acogerá también una mesa redonda acerca de los principales valores que deben cumplir los productos.
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-¿Cuáles son las mayores incertidumbres que vive ahora mismo el sector agroalimentario?
-Como todos sabemos, la incertidumbre fundamental es el precio de la cesta de la compra alimentaria y la escalada inflacionista que sufrimos. El precio de los alimentos es la suma de los costes que tiene cada eslabón de la cadena alimentaria y cada uno de los eslabones, además, tiene que tener un beneficio adecuado. Ahora mismo, el encarecimiento de todos los productos se debe al incremento brutal de los costes que asumen esos eslabones, pero para nada hay un incremento de ninguno de los márgenes de beneficio en cada uno de ellos. Lo que hay son unos costes brutales, derivados de los precios energéticos y de la materia prima. Todo lo que sucede dentro de la cadena de valor afecta al bolsillo del consumidor.
-¿Qué medidas deberían tomarse para frenar ese aumento de los precios?
-Deberían formar e informar más a la sociedad sobre cómo se conforma el precio de los alimentos. No es un problema de márgenes comerciales, sino de costes de producción. La solución igualmente no es fácil porque estamos en un momento de incertidumbre y de excepcionalidad, en el que también ha influido la guerra, que ha tensado las cadenas de suministros, logística y de producción. No obstante, serían buenas medidas aquellas que permitan bajar los costes de producción y así ayudar a las familias vulnerables. Reducir el IVA de la carne y del pescado y reducir, mediante una cobertura pública, los costes energéticos. Clasificarlo como una actividad esencial como lo fue durante la pandemia sería bienvenido. En muchos casos, debemos tener en cuenta que se ha multiplicado por tres el gasto energético. En general, hay que bajar la presión y los costes regulatorios, que limitan la producción, y la fiscalidad sobre el sector, por ejemplo, eliminando el impuesto al plástico, que supone 700 millones de euros y España es el único país europeo que lo aplica.
-¿Los consumidores deben asumir también la responsabilidad de comprar alimentos producidos en España?
-España es una potencia agroalimentaria de primer nivel, exportando más de 68.000 millones de euros en 2022. Es la huerta de Europa por su calidad y su excelencia en la producción, donde el consumidor tiene que tener libertad de consumir los productos que considere oportunos. Pero se trata de que puedan disfrutar de las maravillas culinarias españolas. De hecho, la dieta mediterránea es Patrimonio Inmaterial Cultural de la Unesco.
-¿El desperdicio alimentario es uno de los retos del sector?
-Sí, estamos hablando de que el abastecimiento alimentario puede estar en riesgo. Esto no gusta, pero si las medidas que tomamos hoy no son adecuadas, mañana tendremos un problema. Los eslabones de la cadena tienen desperdicio alimentario, es verdad, pero el índice mayor se produce en los hogares y ahí el consumidor tiene muchísima responsabilidad. Es una lacra contra la que tenemos que luchar todos.
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-¿Y qué me dice del cuidado del medio ambiente?
-El primer interesado en cuidar el medio ambiente fue, es y será el sector agroalimentario porque ahí va nuestra vida. Nos jugamos nuestros negocios en el medio ambiente y hay que defender la labor de las empresas, los empresarios y trabajadores del sector. Tan empresario es un agricultor como el dueño de un supermercado. Se merecen un respeto a su esfuerzo por satisfacer la primera necesidad del humano, que es alimentarse.
-¿Y de la ley de bienestar animal?
-Es una ley que no ha sido dialogada con todos los sectores. Esa ley son obstáculos añadidos a la actividad, que es el primer interesado en el bienestar de los animales. Legislar desde un despacho es atrevido. Deberían legislar con un pie en el campo y otro en el despacho y apoyándose en criterios científicos.
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