Nuevo Roces, por túnel o por glorieta

Dos opciones sobre la mesa. Una, bajo tierra, conectaría de forma directa Nuevo Roces con Montevil. La segunda, en forma de glorieta, apuesta por un nuevo itinerario entre el barrio del sur y las entradas a la ciudad por la avenida de El Llano y por la carretera de Pola de Siero, sin necesidad de pasar por la concurrida glorieta de El Llano. La empresa Balia Ingenieros acaba de entregar al Ayuntamiento de Gijón el resultado del estudio previo de alternativas para la mejora de los accesos a Nuevo Roces, uno de los compromisos adquiridos por el Ayuntamiento con un barrio que lleva años denunciando su aislamiento. El documento considera técnicamente viables dos soluciones, que el gobierno local prevé presentar ahora en la comisión municipal de Movilidad. Allí, de acuerdo con el resto de grupos, se decidirá si alguna de las dos se lleva a ejecución, para lo que aún sería necesaria la contratación de un proyecto técnico y la posterior licitación de las obras. En los presupuestos de 2015 existe una partida de 1,3 millones de euros para los accesos a Nuevo Roces, que sería suficiente para la construcción de la glorieta, pero no para el túnel, que tendría un coste diez veces superior.

La primera fase del estudio de alternativas se centró en el análisis del tráfico, «para determinar el número de vehículos que discurre en la actualidad por los principales viales de entrada y salida y, mediante una prognosis de futuro, evaluar estadísticamente cuántos lo harán cuando su ocupación sea total». Entre el 13 y el 19 de abril se midió mediante cámaras y aforos neumáticos sensores que atraviesan la calzada y detectan la presión de las ruedas cuántos coches pasaban por ocho puntos diferentes del barrio. A partir de los resultados obtenidos se concluyó que los accesos a Nuevo Roces se hacen principalmente desde las dos glorietas situadas a ambos extremos del área residencial: plaza de Roces en el oeste (carretera Carbonera) y plaza de Granda en el este (carretera de Pola de Siero). El uso de otros viales intermedios camino de La Braña a Granda, camino de Granda a Contrueces y camino de La Braña a la Carretera del Obispo «es muy limitado».

El estudio de tráficos detectó además que el 79,5% de los vehículos que acceden al barrio por la glorieta de la plaza de Granda y el 85,9% de los que salen de él por ese mismo lugar tienen como origen o destino la glorieta de El Llano, un punto que sufre «importantes retenciones que afectan de gran manera a los vehículos que llegan a ella desde Nuevo Roces». De hecho, recurriendo a una categorización habitual en ingeniería de tráfico que va de la A a la F, donde la A representa una circulación «libre y fluida» y la F «condiciones de circulación forzada con pequeña velocidad y paradas frecuentes», los técnicos sitúan la glorieta de El Llano en un nivel F, con «tiempos de demora elevados». Una situación que contrasta con la del resto de rotondas del ámbito plaza de Roces, plaza de La Braña y plaza de Granda, que funcionan «con niveles de servicio estables».

De cara al futuro, cuando el barrio alcance un 100% de ocupación, el informe prevé que la plaza de Roces alcance un nivel E «debido a las retenciones que se prevé que sucedan en la calle Arquímedes, vial de acceso y salida a los polígonos de Roces y Porceyo». Por el este se advierte de la posibilidad de que la glorieta de la plaza de Granda llegue hasta un nivel F si al completo en Nuevo Roces se suma el de «posibles nuevos desarrollos urbanísticos en Granda».

Problemas actuales y futuros

En base a esas conclusiones, que ponen el acento en los problemas «actuales y futuros» detectados tanto en la glorieta de El Llano como en la de la plaza de Granda, los técnicos definen las dos soluciones ya señaladas.

La presentada como alternativa 1 consiste en la construcción de una nueva glorieta junto a la fábrica de cerámica, en la intersección entre la AS-248 y la carretera de Ceares. Los vehículos procedentes de Nuevo Roces que no tuvieran como destino la AS-I ni la ronda Sur podrían continuar por esta vía hacia el centro de la ciudad, bien por Ceares o bien por la avenida de El Llano, que contaría con un acceso directo desde el puente que cruza sobre ella. Este nuevo enlace constaría de dos viales uno de entrada y otro de salida que desembocarían unos metros más adelante del punto donde ya confluyen el tráfico de la avenida con el del túnel. La operación incluiría el ensanche del puente, que dispondría de aceras de 1,80 metros de ancho. El coste estimado de toda la actuación es de un millón de euros. Se plantean además dos intervenciones adicionales. La primera, duplicar desde 50 metros antes del ceda el paso los carriles de acceso a la glorieta de la plaza de Granda, para mejorar su fluidez al separar los tráficos que entran a Nuevo Roces de los que pretenden continuar de frente. La segunda, crear un ramal segregado que permita el acceso directo desde las autovías hasta la carretera de Ceares sin pasar por la glorieta.

La alternativa 2 supondría un acceso totalmente independiente de los ya existentes. Se trataría de un vial de 686 metros de longitud, en su mayor parte en túnel, que se prolongaría desde el final de Antonio Machado, en Montevil, hasta la calle de Benito Otero Martínez, junto al Leroy Merlin. Su coste se estima en diez millones de euros.