El Ayuntamiento de Gijón destina 1,8 millones a limpiar los estanques de Isabel la Católica y reparar el colector

La mejora del río Piles implica a particulares, empresas pero también al Ayuntamiento de Gijón. El objetivo que se ha marcado el equipo de gobierno local para 2021 es reformar en 800 metros el colector del Peñafrancia, desde el Palacio de los Deportes hacia el interior, así como limpiar e impermeabilizar el canal del Molín y los estanques del parque Isabel la Católica. La inversión, a la que se busca hueco en el próximo presupuesto, se estima en 800.000 euros la primera y un millón la segunda.

Es un desembolso importante, pero necesario, para que la administración local sirva de ejemplo ante el resto de vecinos de la ribera a los que está pidiendo que afronten esfuerzos en pro de la limpieza del río. Para sacarla adelante, además de buscarle encaje presupuestario, el gobierno local está negociando la participación del Principado. Sería dentro de un convenio de recuperación del Piles que incluiría este y otros trabajos cuya necesidad viene revelando el chequeo que hace a la corriente de agua. El 24 de septiembre se empezaron a tomar muestras quincenales en 11 puntos de su trazado, una labor ahora ampliada a 21 zonas para llegar hasta La Camocha y cuya periocidad pasó a ser semanal.

Las 562 muestras analizadas por el laboratorio del Servicio de Calidad y Vigilancia Ambiental han evidenciado el mal estado en el que se encuentra el colector en ese tramo de 800 metros. De su arreglo, como de la reforma del estanque y el canal, se hará cargo la Empresa Municipal de Aguas (EMA) que preside Olmo Ron, y que aprovechará la actuación para emprender una investigación más completa del colector. Mediante cámaras movidas por robots se tratará de averiguar si el deterioro se extiende también hasta el Jardín Botánico Atlántico.

Las actuaciones municipales para el próximo año incluyen mantener alta la vigilancia en los ríos Piles y Peñafrancia, una labor inspectora que ha permitido documentar y expedientar seis vertidos no autorizados. La información se pasó a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) que impuso ya una primera sanción. Es de 1.500 euros, por falta leve al verter material de una obra que generó una mancha lechosa.

De las visitas que se anunciaron a las explotaciones ganaderas aguas arriba solo se ha podido efectuar una, que terminó con un expediente por defectos graves en la gestión de los purines. Por último, la EMA, junto a la CHC, sigue analizando la colocación de filtros en las instalaciones de alivio para retener los sólidos y monitorizar los caudales. De este trabajo depende que se minimicen las manchas marrones que se reproducen en las jornadas de importantes precipitaciones.

El papel de las administraciones y las entidades vecinas del río será objeto de debate en la sesión del Pleno que se celebrará el próximo jueves. Esa es al menos la intención del concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Aurelio Martín, que ha solicitado una comparecencia a petición propia. En principio, el primer pleno con el nuevo reglamento iba a sustanciarse entero anteayer, pero la alerta naranja y las pausas para ventilar el lugar aconsejaron celebrar dos sesiones. La necesidad del edil de guardar cuarentena tras haber sido contacto estrecho de un positivo retrasaron la segunda de ellas al jueves.