El Ayuntamiento de Gijón habilita en el Muro vías distintas para andar, correr e ir en bici

El Muro sigue adecuándose a las necesidades de la 'nueva normalidad'. Esa en la que los gijoneses viven pendientes del reloj para saber si pueden o no moverse libremente por la calle y en la que miles de ellos confluyen a una misma hora en el entorno de San Lorenzo. Hoy se cumple una semana del cierre al tráfico de un tramo del carril más próximo al paseo peatonal, con el objetivo de ganar espacio para peatones y deportistas y facilitar así guardar las distancias entre personas que recomiendan las autoridades sanitarias (dos metros). El corte se produjo entre la escalera 11 y el Náutico, lo que liberó para uso peatonal algo más de 3.700 metros cuadrados. Una superficie que, no obstante, es apenas la mitad de la que tiene por ejemplo el patio de la Laboral. Y ya el primer día en el que se permitió la salida a la calle del grueso de la población se vio que el espacio era insuficiente para el objetivo perseguido.

Ayer el Ayuntamiento amplió el espacio peatonal en aproximadamente 2.700 metros cuadrados más, suprimiendo también el tráfico en sentido hacia San Pedro entre la glorieta de la avenida de Castilla y Menéndez Pelayo. Con este nuevo cierre en algunos puntos se ganan hasta seis metros de anchura, pues tanto entre la glorieta y Aquilino Hurlé como entre Canga Argüelles y Menéndez Pelayo lo que se anula es un carril doble, a diferencia del carril único de tres metros de anchura del resto del Muro.

Además, para evitar la creciente congestión del carril bici, se han retirado del pavimento los separadores que ejercían de elemento de protección frente al tráfico, dejando ahora como delimitación de la vía ciclista la línea amarilla que hay pintada sobre la calzada. De este modo los ciclistas ganan 30 centímetros de anchura, que llegan a los 50 si también se tiene en cuenta el grosor de la propia marca vial que señala ahora el límite de su espacio. Es un incremento del 25% sobre los dos metros de los que disponían hasta ahora y que desde la construcción del carril en 2013 muchos usuarios consideraron insuficientes. De hecho el Ayuntamiento ya tenía previsto ensanchar el carril de cara al verano, aunque dadas las circunstancias por el momento se ha optado simplemente por quitar los separadores como medida provisional.

Con ciclistas y patinetes con su espacio perfectamente delimitado, ayer la alcaldesa planteó la necesidad de que corredores y paseantes hagan lo propio, para evitar problemas de convivencia y garantizar la separación entre personas. «Me atrevería a proponeros una distribución de espacios: que por el paseo vayan las personas que están paseando y por la carretera las que hacen deporte», planteó a los ciudadanos en el vídeo que emite a diario a través de internet desde el inicio de la crisis sanitaria.

Por su parte el concejal de Movilidad, Aurelio Martín, reiteró que el cierre de parte del Muro al tráfico motorizado podría prolongarse más allá del verano «y si los datos y los aforos de tráfico lo permiten será una medida que consolidaremos».