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El Colegio Público Rey Pelayo, que el pasado 12 de enero sufrió el derrumbe del suelo de una de sus aulas de Infantil. ARNALDO GARCÍA

El Ayuntamiento de Gijón inspeccionará otros 16 colegios con el mismo material que el Rey Pelayo

El informe técnico plantea reconstruir casi todo el forjado de la planta baja del derrumbe y reforzar el del resto del edificio, pese a que ahora no corra riesgo

IVÁN VILLAR

GIJÓN.

Miércoles, 1 de marzo 2023, 01:01

El Ayuntamiento dispone de un listado preliminar de 16 centros educativos «que pueden tener forjados en una situación similar» al que, por su deterioro, ... provocó el derrumbe del suelo de un aula del Colegio Público Rey Pelayo y ha encargado ya al servicio municipal de Arquitectura revisar esas estructuras y adoptar medidas como la apertura de huecos que faciliten la ventilación de los materiales, «porque hemos comprobado que esa ventilación tiene una incidencia directa para evitar que lo que nos está sucediendo en este centro pueda llegar a suceder en otros». La concejala de Educación, Natalia González, y el director general de Obras Públicas y Proyectos de Ciudad, Pedro Guerrero, presentaron ayer las «primeras conclusiones» del informe encargado para analizar las causas de ese accidente y las medidas que es necesario adoptar en el colegio. «Nuestros técnicos y técnicos de la Consejería están trabajando ya sobre ese informe y estamos pendientes de cerrar una reunión para interpretarlo y ver las acciones a seguir», indicó la edil.

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La primera conclusión a la que llega ese documento técnico, en la misma línea de lo que recogía el primer informe preliminar, es que «seguramente haya que demoler entre el 85% y el 90% del forjado de la planta baja», a excepción de una pequeña parte cuya construcción fue posterior a la del edificio original, que data de 1968. Esa demolición incluirá el suelo y tabiques que estén apoyados directamente sobre él, aunque se mantendrán las vigas y pilares, que se consideran en buenas condiciones. Pedro Guerrero matizó que el problema detectado en el aula de Primero de Infantil que se vino abajo el 12 de enero -de madrugada y sin alumnos en ella- «solo es extensible a un par de zonas más del forjado de esa planta». Pero añadió que «la situación exige ser prudentes y por tanto la recomendación desde el punto de vista técnico es que hagamos lo mismo en todo el suelo», a excepción de la zona más nueva ya indicada.

Por otro lado, en gran parte de las plantas primera y segunda, así como en la zona de la tercera planta orientada hacia la avenida de la Constitución, «habría que reforzar la estructura en los puntos con distancias más largas entre pilares» (quedarían exceptuados, por ejemplo, los pasillos). El director de Obras Públicas remarcó que, al margen del problema detectado en la planta baja, «el edificio es seguro». O, lo que es lo mismo, «su seguridad estructural no está comprometida. Y aclaró que ese refuerzo que se propone, similar al que ya se ha hecho en parte de uno de los porches del lado de Severo Ochoa, «no tiene que ver con ningún problema directo», sino con garantizar «los coeficientes de seguridad» de cara al futuro.

Reparación de pilares

El estudio técnico considera que con la actual distribución de espacios los niveles de seguridad exigidos se cumplen, pero «son muy justos». Y si el día de mañana se mueven tabiquerías, se cambian usos, se crea una biblioteca o se aborda cualquier otra actuación «que signifique modificar las cargas» es necesario «asegurar que esas distribuciones sean razonablemente seguras». Junto a ese refuerzo, la propuesta es que la obra que se acometa en el centro incluya además «reparaciones puntuales» en unos pilares que están en contacto con el acceso principal, donde hay una jardinera «que lleva años dando problemas de humedad que afectan a esa estructura, que sufre corrosión». Como ocurre con los forjados de las plantas superiores, Guerrero incidió en que el estado de estos pilares no representa «ningún peligro», pero «lógicamente no vamos a dejar que sigan así otros diez o quince, con la humedad entrándoles, porque significaría tener que hacer en el futuro una reparación más importante».

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El informe añade por otra parte que, si se lleva a cabo el proyecto de remodelación de la fachada con el que el Ayuntamiento opta a una ayuda europea de tres millones de euros, también sería recomendable reforzar los forjados del resto de la tercera planta y de la cubierta, toda vez que esa actuación -que además de una nueva envolvente incluiría la instalación de una cubierta verde- conllevaría un aumento de las cargas a las que está expuesto el edificio. Pedro Guerrero recordó que el trabajo encargado por el Ayuntamiento a raíz del derrumbe del aula de Infantil se centra en la estructura y no analiza, por ejemplo, las «patologías» que pueda haber en la fachada, pues la previsión es que estas queden solventadas con esa remodelación que se pretende financiar con cargo a los fondos europeos.

Humedad y poca ventilación

En lo que respecta a las causas del accidente y el motivo por el que no hubo ningún signo de alerta que permitiera prever ese riesgo, el director de Obras Públicas explicó que en la zona afectada se utilizó «un forjado que se fabricaba en aquellos años en Cerámica Rubiera y otras empresas como Cerámica Gijonesa, con una armadura muy fina que cuando se va corroyendo no empuja al hormigón», cuya expansión o rotura es lo que habitualmente suele dar la pista de que existe un problema. «La ampliación de volumen que genera la oxidación en este tipo de forjado es insignificante, con lo que puede llegar a partir sin que veas que estaba oxidado». Si a eso se suma que la estructura dañada «tampoco estaba en la zona mejor ventilada», se generó «un estado de humedad latente y continuo que, después de cincuenta años, ha ocasionado esa roturas de los elementos constructivos».

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Es en base a esa conclusión por lo que se ha decidido revisar centros que pueden contar con los mismos materiales -en base a la fecha de instalación y el origen de los forjados- y también puedan tener carencias de ventilación. «Se abrirán huecos, primero para acceder a esos elementos y también para generar una ventilación de la que en este momento pueden carecer». El primero será La Escuelona.

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