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Estado del río Piles este fin de semana en uno de los puntos analizados. ARNALDO GARCÍA

Los colectores que pasan bajo el Piles centran la preocupación del Ayuntamiento

La Empresa Municipal de Aguas ya encargó el año pasado la redacción de un plan para la renovación de sus redes

IVÁN VILLAR

GIJÓN.

Miércoles, 2 de octubre 2019, 00:35

Las aguas negras de medio Gijón pasan por debajo del Piles en su camino hacia el emisario submarino de Peñarrubia. De hecho, el trazado de todas las grandes canalizaciones de la cuenca este atraviesa el cauce de un río cuya situación preocupa al Ayuntamiento, que apunta precisamente al estado de las infraestructuras de saneamiento como principal causa de la alta concentración de microorganismos de origen fecal de la que informó la semana pasada el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Aurelio Martín, tras la primera analítica realizada en estas aguas en casi dos décadas. El Consistorio está ahora pendiente de los resultados de los análisis de contraste encargados a la Empresa Municipal de Aguas, a partir de los cuales se pretende elaborar un completo informe sobre las causas de este problema, para presentarlo a mediados de octubre al Consejo Sectorial de Medio Ambiente junto a un plan de actuaciones que permita revertir la situación.

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«Sabemos que tenemos un problema con la red de saneamiento», apuntaba Martín el mismo día que daba a conocer cómo en algunos puntos del río, a menos de un kilómetro de su desembocadura en la playa de San Lorenzo, la presencia de E. Coli superaba hasta 48 veces el máximo que sería aceptable en una zona destinada al baño. Y aunque pedía prudencia a la espera de que los informes arrojen luz sobre la causa de esta alta concentración de microorganismos, recordaba que bajo el río pasan hasta tres colectores, alguno de ellos con casi medio siglo de vida. El jefe del servicio de Medio Ambiente, Jesús Testón, añadía que algunos de los datos más alarmantes coincidían con puntos de cruce entre colectores y «zonas de la red que previsiblemente pueden tener algún problema». Este lunes era la propia alcaldesa, Ana González, quien apuntaba como posible causa de la contaminación del río que la red existente «se colmata porque tiene que llevar más aguas fecales de las que estaban previstas para su capacidad». Es decir, que las infraestructuras existentes han visto superado el nivel de transporte para el que fueron diseñadas, lo que se suma a su deterioro por el paso de los años.

A esta última cuestión hacía referencia este fin de semana el concejal de Mantenimiento y Obras y presidente de la Empresa Municipal de Aguas, Olmo Ron, en una entrevista en EL COMERCIO, donde admitía que Gijón cuenta con algunas instalaciones «obsoletas», tanto dentro de la red de saneamiento como en la de abastecimiento, y cifraba en 30 millones de euros la inversión que será necesario afrontar en los próximos años para su puesta a punto.

La construcción del procedente de La Camocha data de los años setenta

La necesidad de renovar toda esta infraestructura es una de las justificaciones del gobierno para subir las tarifas de la EMA en 2020 un 5%, medida que ya ha recibido el visto bueno del consejo de administración de la empresa municipal y que ahora debe ratificar el Pleno, junto al resto de ordenanzas fiscales para el próximo ejercicio. Hace un año, la EMA encargó a la empresa Magna Dea la redacción de un plan que concrete qué parte de las redes es necesario renovar, tarea que según Ron se prolongará «más allá de este mandato» dada la envergadura de las inversiones como su complejidad, al tratarse de obras en pleno casco urbano.

Tres grandes ejes

Son tres los grandes ejes de transporte de aguas negras que en algún momento dado pasan por debajo del Piles. Uno de ellos es el colector interceptor del río Peñafrancia, procedente de Deva y Cabueñes y que a la altura del Palacio de Deportes recoge también las aguas que llegan desde Somió a través de la canalización del arroyo de La Pipa. Bajo la parte del río más próxima a la desembocadura pasa el colector de El Coto de San Nicolás, que antes de llegar a ese punto discurre por la calle Alarcón y la avenida de Castilla. A su paso por esta última recibe las aguas del colector interceptor del Arenal de San Lorenzo, que recorre toda la calle Ezcurdia desde El Náutico.

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La última gran canalización que pasa por debajo del cauce del río es también la más antigua. Se trata del colector de La Camocha, que llega desde el poblado minero incorporando a su paso las aguas negras de las viviendas de Viesques, Las Mestas y El Bibio. Hace un lustro, ante su saturación por la proliferación de viviendas en estas zonas en las últimas décadas se construyó como complemento el colector interceptor del Piles, que alivia en parte su carga, pero que muere en la margen izquierda del río, a la altura de El Molinón, siendo las tuberías construidas ya en los años 70 las que atraviesan bajo el cauce.

Todas estas canalizaciones confluyen en la 'Plantona', donde está pendiente de abrir la nueva depuradora paralizada por orden judicial. De ahí las aguas continúan hacia el emisario de Peñarrubia.

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