«Consejera, ¡cómase usted el bocadillo!»

Después una semana de sucesivas inundaciones y tras la clausura del comedor, los padres del colegio público Jove acudieron ayer al Pleno de la Junta para expresar a la consejera, Carmen Suárez, su profundo enfado y conocer los planes para el colegio a preguntas de Podemos.

En la grada de invitados y con pancartas en las que se podía leer 'Con ventanas de madera, Xove es una nevera', 'Las ventanas, ¿para cuándo?', 'Tenemos derecho a un buen colegio' o 'Con este tejado, el colegio de Xove está mojado', su malestar fue en aumento durante la intervención de Suárez. Primero, porque dijo que había recibido la comunicación el jueves cuando la planta baja -donde están el comedor y el área de Infantil- apareció anegada el martes. En ese momento, se pudieron escuchar las primeras protestas. Pero su paciencia se acabó cuando propuso el reparto de bocadillos como «solución subsidiaria» al cierre del comedor. «Lógicamente entiendo que las familias no quieran», dijo. Entonces, se escuchó en el Pleno: «¡Cómaselo usted, coño!».

Tras la llamada al orden, Carmen Suárez explicó que existe para Jove «un proyecto de 35.000 euros para sustituir todas las ventanas, excepto las de la sala de profesores y un laboratorio». Señaló también que dedicará la partida que queda para mobiliario a paliar lo que haya que reponer. Sin embargo, en su turno de réplica, la parlamentaria de Podemos Nuria Rodríguez indicó que el plan para ventanas «solo es para sustituir 8 de 49» y le pidió activar procedimientos urgentes. Al retomar la palabra, la consejera dijo que dichos procedimientos eran posibles, pero solo aludió al arreglo del tejado del colegio de Turiellos (La Felguera) y al del cuadro eléctrico del Celestino Montoto (Siero). Comentó después que había dos proyectos adjudicados en Gijón: uno, en el Antonio Machado, para la ampliación de comedor, y otro para la adecuación de espacios en el Evaristo Valle. «Y de Xove, ¿qué?», volvieron a preguntar los padres, que ya no recibieron respuesta. Hoy acudirán al Pleno municipal.

Mientras, en Gijón, la directora del centro, Covadonga Boga, seguía con los trámites para intentar volver a la normalidad cuanto antes, aunque ve difícil poner fecha de apertura al comedor, que sufrió otra inundación el domingo y hasta el que llegaron aguas fecales de dos viviendas próximas. «El ambiente es irrespirable; es necesario desinfectar, sanear el suelo, las paredes están abombadas, hay que pintar y secar, por lo que es difícil dar una fecha de apertura». A esta circunstancia se suma la necesidad de que el Principado agilice la llegada de un nuevo lavavajillas, estropeado, para garantizar una desinfección total. Mientras, el Consistorio prometió facilitar durante la mañana cuatro deshumificadores industriales y la directora plantea llevar a los niños en autobús a otros centros con comedor.

La alcaldesa, Ana González, dijo que «en un tiempo muy breve» estará solucionado el problema, que se debe «a un problema estructural del colegio». Hay que alargar una tubería, explicó, para que vaya a otra arqueta que esté debajo del nivel. Sobre la renuncia a un servicio de catering en el comedor, declaró que éste ya ha sido limpiado, y recordó que hubo una modificación presupuestaria para el cambio de canalones y baños, en la que estaba el colegio. Unas obras que, remarcó, deben hacerse en verano, en época de vacaciones escolares para no interrumpir las clases.