Familiares del bebé fallecido por presunto maltrato volverán a declarar ante el juez

La instrucción del caso del bebé gijonés de 23 meses fallecido el pasado domingo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) debido a lesiones compatibles con el 'síndrome del bebé zarandeado' obligará a tomar declaración a los familiares y todas aquellas personas que pudieron estar al cargo del menor en fechas recientes. Es un trámite por el que ya debieron pasar en las horas posteriores al fallecimiento y que habrá de repetirse para avanzar en el esclarecimiento de los hechos.

Asimismo, el titular del Juzgado de Instrucción número 3, Jesús Pino, que ha asumido el caso tras la inhibición primero de un juzgado de Oviedo y posteriormente del de Instrucción número 4 -ante el que declaró el hasta ahora único detenido por estos hechos- podrá ordenar la práctica de otras pruebas. Todo, para tratar de acotar la responsabilidad sobre el autor o autores de las lesiones neurológicas que presentaba el pequeño.

Hasta el momento, la única persona que ha sido detenida a raíz de la muerte del bebé, la actual pareja de la madre, ha quedado en libertad provisional. La jueza de guardia consideró que no había pruebas concluyentes para enviarlo a prisión, como pedía la Fiscalía. Mientras avanza la instrucción, deberá cumplir con el trámite de acudir a diario al juzgado.

El padre del menor que, tal y como publicó EL COMERCIO, llegó a tener una orden de alejamiento y comunicación hacia la madre después de que esta le denunciase por un delito de malos tratos, se ha personado como acusación particular. Su abogada insistió ayer en la conveniencia de «dejar actuar a la Policía y a la Justicia» para poder esclarecer cuanto antes los hechos.